Caballero debe pagar y dejar la política

Andreu Caballero, concejal de Més en el Ayuntamiento de Inca, ha sido condenado por los tribunales a pagar de su bolsillo una parte de los números rojos de la extinta Televisión de Mallorca como representante del PSM en aquel consejo de administración. Tampoco podrá administrar bienes ajenos durante dos años. Esta condena es idéntica para los diez miembros de aquel consejo. Cada uno de ellos deberá pagar conforme a la sentencia algo más de 10.000 euros.

Pero a diferencia de los otros condenados, que también han de ser igualmente consecuentes, el caso de Caballero es especialmente hiriente. Por un lado, una vez ha entrado en vigor la sentencia continua formando parte del Consistorio de Inca. Por otra, es conocida su afición a menear el hocico y escudriñar en los entresijos de los medios de comunicación privados. Es contraproducente que Caballero no se aplique a sí mismo la misma medicina que ha exigido para otros. Pero lo más sorprendente es que Més, la formación a la que pertenece, no haya tomado ninguna medida una vez conocida la sentencia cuando ha armado auténticos griteríos respecto a simples imputados de otros partidos a los que ha exigido que dimitan de sus cargos.

Pero lejos de tomar medias higiénicas, Més hace todo lo contrario. Todo indica por las informaciones que han trascendido hasta la fecha que los econacionalistas le pagarán a Caballero los más de 10.000 euros a que ha sido condenado. Sería aconsejable que no lo hicieran. El pilar básico de todo Estado de Derecho es la igualdad ante la ley. ¿Qué han de pensar la infinidad de ciudadanos condenados a pagar sanciones al ver como a un cargo público de Més le pagan las sanciones por hechos cometidos cuando el susodicho formaba parte de un consejo de administración que funcionaba con dinero público?

O Caballero paga de su bolsillo o nos encontramos ante un flagrante fraude de ley, incluso denunciable. O el castigado Caballero abandona la política inmediatamente o los econacionalistas quedarán deslegitimados para exigir la dimisión de los imputados de otros partidos. Y eso que este digital siempre ha defendido que haya más respeto para los simples imputados mientras se encuentran en el limbo judicial y no hay sentencia firme. Son otros los que son más radicales en este aspecto y, en consecuencia, han de ser leales a sus principios en las duras y en las maduras.

Pero sería una injusticia situar a Més entre la espada y la pared por este triste asunto. Tendría que ser el propio Andreu Caballero el que de motu propio depositase de su bolsillo el dinero exigido y renunciase a su acta de concejal. Daría un ejemplo de coherencia con los principios que tanto ha predicado durante toda su vida política. Y liberaría a su propia organización de hacer un ridículo que Caballero podría ahorrar a los suyos con el mero hecho de ser consecuente.

Caballero debe pagar y ahuecar en nombre de sus propias ideas.