Los zombies no duermen nunca

Me encontraba degustando con disgusto una granada amarga del “Púnica granatum”cuando de improviso, me abordan unos chiquillos juguetones e inocentes, que ya han caído en la trampa consumista de hacerse el gracioso con el disfraz a tono con la celebración de esta horterada que conocemos con el sobrenombre de “halloween” y que llegó para instalase y procrear adictos.

Los jovencitos, no se dan cuenta que sus educadores -lease papis- les hacen un flaco favorcillo,

sucumben sin más contemplaciones y participan en el aquelarre. Todo esto estaría muy bien, me refiero a abrir los brazos al importado halloween,si no ignorásemos, o peor aún, despreciásemos lo autóctono, lo que nos enseñaron nuestros mayores.

Sé que no voy por el buen camino y que ya me he tirado encima a más de un lector, pero así lo pienso, lo medito largamente y aquí lo digo. Es más, algún día, estos pequeñitos disfrazados hoy con los harapos propios de zombis, dráculas, licántropos y otros seres supuestamente maléficos, despertarán en el mundo de los auténticos zombis, aquellos que nunca duermen, que siempre están especulando de qué forma meter la mano en las entrañas de la saca, o de que forma agarrarte por detrás y hacerte suyo sin remisión. En este caso el disfraz no les servirá.

Reconozcamos que -en fecha tan señalada- ciertos zombis, que se han caracterizado por sacar siempre buena tajada, han tenido suerte. Así pues, vemos como los cuidadores del Castillo “draculiano” les premian por buena conducta, les permiten salir a orear sus corrupciones por el pueblo y por la noche se les da cobijo en el castillo. Allí no dormirán – los zombis no duermen nunca- si no que harán recuento del botín que esconden bajo la superficie del Iceberg. “Que la puntita es la puntita señor Juez señor Fiscal y todo lo demás está sumergido”.

La fiesta del halloween continúa. Ahora son los más mayorcitos, con derecho a voto, los que se visten de fantasma e incrementan la horterada, en calles, discotecas, ignorando la que está cayendo . Es lo que hay. Es decir, según el informe de Cáritas, casi doce millones de personas excluidas, entre ellas un 36 por ciento son niños. No se ria Señor Ministro...ni me pida perdón señor Presidente y Secretarios Generales de los demás partidos que han gobernado y los que no gobernarán nunca. No hay derecho. De todas formas, Montoro lo explicará :”seguramente que hay una confusión o alguien se ha equivocado con los datos” - nos dirá Don Cristóbal- “No se alarmen hombres de poca Fe”.

Sigue la Fiesta del serrín en la cabeza de los hallooween. Mientras tanto, cada año que pasa venimos perdiendo fuelle y andamos desorientados sobre el auténtico sentido que tienen estos días, para creyentes y no creyentes.. Estamos olvidando nuestra tradición a base de disfrazar la realidad con fantasmadas. Miren por donde, creo ver entre los turrones que una gran superficie expone en sus extanterias navideñas, a un papá noel que está aproximándose . Es este “personaje” que llegó del frio y nos lo quedamos como si fuese un rey. Vamos a ver, si con un poco de suerte, los Zombis de lugar se lo zampan, porque de lo contrario, será él quien se cargará a los “Reyes Magos”.