Miquel Deyà, nombrado hace varias semanas nuevo hombre fuerte de la Conselleria de Educació, ha sido intervenido
con éxito de una operación de vesícula biliar. A Deyà le bastarán unos pocos días de descanso para reincorporarse a su tarea como director general de Educació, Personal Docent, Universitats i Investigació. Sobre sus hombros recae buena parte de la
responsabilidad en las negociaciones con los representantes de los docentes. Conocido por su carácter dialogante y por trabajar hacia el trilingüismo dejando de lado el polémico TIL, le espera una árdua tarea en los próximos meses. Uno de los problemas de la Conselleria es además
no contar con un presupuesto excesivo, factor que tiene importancia en reivindicaciones como puedan ser los sexenios de los profesores.