Guerra en las primarias del PSIB-Palma
martes 14 de octubre de 2014, 11:45h
El PSIB-Palma vive horas difíciles. Tres aspirantes pugnan en unas complejas primarias para ser el candidato socialista a Cort la próxima primavera. Hasta aquí todo sería normal. Supondría además un ejercicio de salud democrática interna. Pero el ambiente está demasiado enrarecido desde las primarias autonómicas de la pasada primavera.
La candidata derrotada, Aina Calvo, se tomó muy mal la clara victoria de Francina Armengol. Tras este fracaso, rayano en el ridículo, la exalcaldesa no ha buscado la unidad del partido ni tender puentes de colaboración, sino todo lo contrario. Calvo, henchida de orgullo herido, se ha negado a negociar y consensuar con Armengol un candidato para Palma. Su actitud egocéntrica roza la indisciplina interna. Calvo ha hecho del desprecio y la displicencia hacia su secretaria general su surrealista comportamiento. Esta actitud cerril e inmadura ni es seria ni es socialista.
A principios de año Calvo se hartó de proclamar que si perdía las primarias autonómicas no se presentaría a las de Palma. Tuvo que lanzar a su pupilo José Hila. En Palma Calvo supuestamente controla el aparato y en teoría tiene las de ganar. Pero sólo en teoría. Porque saliendo desde la base el candidato Santi Morey le ha arrancado el apoyo de Ramón Torres, alma mater del PSIB en la potentísima agrupación de Ponent. Ha sido otro duro golpe para la exalcadesa.
En esto, ha saltado a la arena Ramón Socías, limpio de pugnas internas y muy bien visto por Francina Armengol, aunque ésta no apoye a nadie en concreto. Son demasiados adversarios y demasiado fuertes para el tándem Calvo-Hila. Su reacción ha sido la esperable conociendo a los personajes. La gente de Calvo ha llevado la división interna, el ruido y la furia a la agrupación de Ponent para captar adeptos a Hila y aislar el apoyo de Torres a Morey.
Mientras, Socías y Morey hacen su precampaña. Han comprendido que lo más importante es ofrecer su proyecto para Palma, primero a militantes y luego a la ciudadanía en general. Socías tiene fuerza para ser un sólido candidato capaz de derrotar a Hila. Morey lo sería si Ramón Torres se mantiene fuerte a su lado y puede resistir las cargas de profundidad que le lanzan Calvo y su escuadrilla de submarinos.
Lo peor de esta situación para el PSIB es que Calvo actúa cada vez más al margen de la dirección del partido. Cada vez se ve más claro que su supervivencia política depende del fracaso de Armengol en las próximas autonómicas. ¿Y cómo puede confiar la militancia socialista de Palma en Calvo si sus pasos huelen a boicot al PSIB en las próximas autonómicas? La obsesión de Calvo se centra ahora en dos frentes. Primero: colocar a Hila como candidato a Cort. Segundo: conseguir que Hila obtenga muchos más votos que Armengol en las elecciones. Calvo hace bifrontismo con su propio partido, algo del todo intolerable desde una óptica democrática y progresista.
Su siguiente paso será sacar la cabeza otra vez exigiendo congreso extraordinario y secretaría general para ella caso de consumarse la derrota autonómica del PSIB. Armengol no quiere verlo, pero tiene al adversario en casa.
Solamente una derrota de Hila en las primarias puede garantizar un PSIB unido en las próximas autonómicas y locales. Eso es lo que debe comprender su militancia en Palma. Pero mientras, los destrozos pueden hacerse irreparables. Ahora Calvo está llevando la división interna y los enfrentamientos a Ponent, la agrupación socialista más potente y numerosa de todas las Balears.
El peligro de este partido es que, a este paso, puede llegar lleno de heridas a las elecciones de mayo.