Centenares de comercios del centro histórico han sido graffiteados

El centro histórico de Palma es el objetivo favorito de los graffiteros. Cuanto más extremas son las barriadas, menos pintadas hay, pero no queda prácticamente ninguna barrera de cerramiento del centro que se salve. Por la noche el espectáculo es dantesco. Y nadie paga un céntimo al comerciante agredido, que tiene que abonar de su bolsillo los cien o doscientos euros que cuesta repintar la barrera. La inmensa mayoría ya ha desistido ya que al cabo de un par de días ya han vuelto los impunes pintores de la noche.



Además, si la Policía Local consigue cazar a uno o varios graffiteros las sanción es mínima conforme a la legislación vigente, ya que se limita a dos a seis días de arresto domiciliario en su propia casa. Se comenta en Cort que los agentes están desmoralizados en su lucha contra los graffiteros porque tras intensos trabajos de búsqueda a los pocos días ya vuelven entrar en acción con una total sensación de impunidad.

Mientras, la catástrofe es visible en el centro de Palma a partir de las ocho de la tarde cuando son bajadas las barreras de los comercios. Cort no se responsabiliza al tratarse del portal de una propiedad privada.



También es curioso que en Palma hay menos pintadas cuanto más extremas son las barriadas del centro,que es el auténtico objetivo. Lejos del casco antiguo es posible ver muchas barreras de comercios perfectamente respetadas. En el nucleo histórico eso es imposible. Las quejas de los comerciantes son constantes desde hace lustros, pero sin obtener respuesta ni resultados.



Ya se está hablando de modificar las ordenanzas para imponer multas fuertes a los graffiteros, pero no hay de momento consenso político en este aspecto. Pero este año el grado de impunidad ha llegado a niveles insostenibles. Otra posibilidad, también valorada por EMAYA, es destinar zonas especiales con muros preparados para que los graffiteros se explayen. Pero de momento no hay ni planificación ni decisión política para intentar erradicar este fenómeno degradante.