Desafíos turísticos

Desde que Mallorcadiario destapase el mamading en Mallorca, parece que no hay otra cuestión que pueda perjudicar tanto a nuestra imagen turística como las felaciones a cambio de bebidas.

Dentro del teatro de la vida y de la política es verdad que succionar penes da mucho juego, ¿pero es este el principal elemento que daña nuestra imagen y la calidad que debemos ofrecer a nuestros turistas?

El día que algún partido político se tome en serio esto del turismo esperemos que serán capaces de analizar de manera certera los desafíos y retos que debe afrontar nuestra industria turística.

Y muchos de esos elementos que pueden generar una buena imagen y que deben ser el primer paso para mejorar la acogida a los que nos visitan, es el aeropuerto. Ayer mismo pude comprobar el caos del aeropuerto de Palma, las largas colas esperando taxi o autobús, la deficiente limpieza de los baños y, sobretodo, las largas esperas de más de una hora para recoger las maletas, imprescindibles para el inicio de las vacaciones.

Debemos darnos cuenta que un elemento tan simple como las largas esperas para recoger las maletas --sin explicación ni razón alguna—, en el preciso momento que los turistas inician sus ansiadas vacaciones y pisan per primera vez Mallorca, genera una imagen mucho más negativa que las mediáticas felaciones. Y si a eso le sumamos la suciedad que encontramos al salir de la terminal, los gritos de los receptivos, las camisas sudadas de los conductores o el terrible acceso a pie al parking, tenemos los ingredientes perfectos para quien aterriza en Palma, quiera volver a su país de manera inmediata.

A lo mejor, solucionar las deficiencias que encuentra un turista cuando pisa nuestro aeropuerto podría ser más fácil y resultar más barato que las campañas anti mamading, ¿no?