Los padres del futbolista del Real Madrid
Sami Khedira han sufrido en propia persona el clima de inseguridad que vive el país. Doris y Lazhar, se encontraban en las calles de Fortaleza horas antes de que su hijo disputase el partido de la selección alemana contra Ghana, cuando fueron
asaltados por dos hombres a punta de
pistola que les robaron sus pertenencias: teléfono móvil, dinero, cartera y joyas.
Como desvela el diario alemán
Espress, los padres del futbolista prefirieron guardar silencio hasta que su hijo terminase el partido para no alterar
su estado de concentración. Una terrible noticia que pone de relieve la gran problemática que vive Brasil.