En los últimos 15 meses, el Govern ha recibido 145 reclamaciones y cerca de 80 consultas por “supuestas” inspecciones irregulares de gas y abusos de empresas instaladoras, que han sido trasladadas a los cuerpos de seguridad.
Ante estos hechos, el director general de Industria y Energía, Jaume Ochogavía, recuerda a los usuarios que encarguen las inspecciones a empresas de su confianza y que no se dejen “amenazar ni presionar” por “supuestos inspectores de gas” que acuden en los domicilios coaccionando a los usuarios.
Los controles periódicos de las instalaciones receptoras de gas están reguladas por la normativa vigente y cabe diferenciar dos tipos de controles.
Los primeros son para las instalaciones alimentadas desde redes de distribución con contadores de consumo de lectura individual. Son las que corresponden a gas canalizado (antes gas ciudad) o gas distribuido desde un depósito en urbanizaciones o en edificios.
Los segundos son para las instalaciones alimentadas desde depósitos fijos, envases o botellas. Normalmente son las instalaciones individuales de gas propano o gas butano.
En el primer caso, instalaciones conectadas a la red, la empresa distribuidora es la encargada de efectuar cada 5 años el control periódico. Se conoce como ‘inspección periódica’, y la realiza la empresa distribuidora con personal propio o contratado y repercute el coste de la inspección al usuario de acuerdo con las tarifas establecidas (43 € + IVA -Decreto 45/2008 de 11 de abril – BOIB núm. 56 de 24/04/2008).
En el caso de las instalaciones alimentadas desde depósitos fijos, envases o botellas, el usuario o titular es el responsable de encargar el control periódico a una empresa instaladora habilitada por la Administración. Es el usuario el que tiene que elegir la empresa encargada de hacer la revisión y el coste de esta revisión está sujeto al libre mercado. Se conoce como ‘revisión periódica’ y también se tiene que realizar cada 5 años. Es precisamente en relación a estos tipos de instalaciones donde se registran denuncias y consultas, la mayoría de las cuales coinciden en que operarios de algunas de las empresas se presentan en el domicilio, identificándose como inspectores, o bien que vienen de parte de la Dirección General de Industria y Energía y, abusando de la confianza, buena fe y desconocimiento de las personas, actúan de manera comercialmente agresiva, coaccionando a los usuarios, amenazando con denunciar al usuario ante la Dirección general de Industria, etc.
Los usuarios afectados por estos tipos de actuaciones, suelen firmar los documentos de haber recibido previamente el presupuesto antes de la realización de los trabajos, de aceptación del presupuesto, y de conforme con la factura.
Dentro del presupuesto y factura normalmente incluyen el cambio de tuberías y de reguladores (por encima del precio de mercado) y un contrato de mantenimiento por un periodo de 5 años donde normalmente han incluido un ‘vale’ para la revisión periódica que para hacerlo efectivo el usuario tiene que contactar o citar a un teléfono. Se da por lo tanto la circunstancia de que con esta actuación el certificado de revisión periódica no está cumplimentado, y el usuario se encuentra – desconociéndolo – incumpliendo la obligación de tener la revisión en el día.
Para evitar estas prácticas abusivas se recomienda al usuario o titular de las instalaciones de gas butano que contraten a una empresa instaladora de gas de su confianza, y no dejen actuar a cualquiera que se presente en su domicilio ofreciéndole sus servicios.