Huelga de hambre
sábado 10 de mayo de 2014, 08:25h
De entre los métodos de lucha no violenta el más extremo es la huelga de hambre. Gandhi, el referente indiscutible de la resistencia no violenta, instauró esta forma de combate pacífico en defensa de los derechos del pueblo hindú hasta conseguir la independencia de la India del Imperio Británico. En 17 ocasiones usó Gandhi este instrumento. Ahora todos tenemos a Mohandas Gandhi como un referente del pacifismo, pero hoy se le calificaría como "antisistema" y sus detractores no dudarían en enfatizar, para desprestigiarlo, las múltiples detenciones que acumuló a lo largo de su vida por incumplir las normas coloniales impuestas contra su pueblo.
El pasado jueves, día 8 de mayo, el docente Jaume Saste se declaró en huelga de hambre por la educación. Una educación que esta legislatura está viviendo unos tiempos convulsos fruto de una doble obsesión por parte del Govern Bauzá. Por una parte la peculiar forma de entender la democracia, interpretando que la mayoría absoluta en el Parlament le permite ejercer el poder de forma despótica al margen de la sociedad civil, obviando que el respeto a las minorías se configura como principio fundamental de un sistema democrático y constituye parte integrante del concepto mismo de democracia. Por otra parte, la enfermiza obsesión por combatir la lengua propia, en este caso abrumadoramente mayoritaria según los resultados de la libre elección de lengua organizada inicialmente y cuyos resultados no gustaron a la ultraderecha españolista, provocando la concepción del TIL. La comunidad educativa ha sido víctima prioritaria del genocidio cultural pretendido, seguramente por ser la docencia la transmisora a nuestros hijos de elementos denostados por Bauzá y su séquito, como son el conocimiento, la historia, la cultura, la lengua, etc. Aunque la batalla gubernamental antimallorquina se instrumente con el respaldo de la referida mayoría parlamentaria y desde las instituciones pública, con lo que ello supone de mecanismos y recursos disponibles, la torpeza de los ejecutores está poniendo, día a día, en evidencia la capacidad del Govern generando un inconmensurable caos.
Ante este panorama, Jaume Sastre ha optado por el instrumento radical de la huelga de hambre, poniendo en riesgo su propia salud en defensa de un sistema educativo que el Govern de Bauzá pretende relegar a la marginalidad. Y a modo de poético enlace romántico, lleva a cabo esta acción en las instalaciones de "Sa casa llarga", donde se encuentran los talleres de Can Gazà. Como diría el alma del proyecto, Jaume Santandreu, "con los marginados, porque Bauzá pretende marginarnos". "Molts d'ànims", Jaume Sastre.