www.mallorcadiario.com

Segunda piel

Por Marilena Estarellas
sábado 12 de abril de 2014, 18:05h

Escucha la noticia

Los hombres alegres, los tenaces y los joviales al igual que los hombres grises, los tristes y los abatidos, todos los hombres, cualquier hombre, debería aprender a leer, a oler, a percibir la segunda piel de una mujer.

Está claro que en la superficie hay diversidad de mujeres como colores, verdes de esperanza y románticas, azules llenas de paz y tranquilidad, rojas de lujuria y pasión, negras de redención y decepción; podría describir todos los colores y me saldrían toda clase de mujeres. Pero es importante saber leer bajo esa superficie que las propias mujeres cultivan. Usted, hombre, ¿sabe leer más allá de esa superficie para captar la esencia y llegar a las profundidades de la mujer?

Desafortunadamente, entre las propias mujeres hay algunas que se quedan con el color y que no son capaces de sacarle brillo al mismo, ya que, para ello es importante darle más importancia a su segunda piel y darse cuenta que la poseen para que la superficie brille, pero, incluso así, hay mujeres que tampoco saben leer su segunda piel. No es el tema de hoy, pero no por ello, hombre, se alarme si aún no ha aprendido a leerla, todavía está a tiempo.

La segunda piel es la parte más importante de la mujer porque cumple la función de tapar sus entrañas, sus sentimientos más profundos, sus sueños más recónditos y sus decepciones más amargas esas que la desgarran por dentro y rugen el alma, o la hacen vibrar, comerse la vida, disfrutando de los deseos y la plenitud carnal.

El libre albedrío de la vida y el juego de la misma hace que la misma mujer esté predispuesta y abierta o furiosa y cerrada. Descubrir su teatro, lanzarse al vacío y aflorar el suficiente valor para descubrir y ofrecer su segunda piel, sólo es una cuestión relativa de a quíen y cómo.

Hay mujeres con segundas pieles de todo tipo, temerosas, aturdidas e invisibles y expectantes de masculinidad, al igual que las hay espontáneas, sexuales, evolucionadas que por supuesto necesitan hombres.

Imagino que toda mujer cuando ha elegido, quiere que le perciban su segunda piel, la pregunta es: ¿quiere una propia o puede tolerar la de un hombre?

 
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios