www.mallorcadiario.com

Médula para Mateo

miércoles 19 de marzo de 2014, 18:44h

Escucha la noticia

Mateo, el bebé diagnosticado de leucemia para el que sus padres solicitaban un donante de médula ósea, ha conseguido, al fin, encontrarlo.

La odisea de esta familia consiguió conmover a miles de ciudadanos, que nos sumamos a la causa con algo tan sencillo y gratuito como un clic en el "compartir" de una red social.

No sabemos todavía -y quizás no lo sepamos nunca- si este donante apareció como consecuencia de la utilización activa de las redes cibernéticas o de la maravillosa labor del sistema español de transplantes, el más avanzado del mundo.

Lo cierto es que las posibilidades que proporcionan facebook, twitter y otros recursos de la red son sólo comparables al impacto de la televisión, con la particularidad de que cualquiera de nosotros puede aspirar a difundir su mensaje a una pluralidad potencialmente inmensa de semejantes.

Mateo ha tenido la suerte de nacer en una familia del mundo occidental y civilizado, al margen de tener, indudablemente, unos padres con un coraje admirable que han luchado con todas las armas a su alcance para lograr este resultado.

La obviedad es que muchos otros enfermos no conseguirán llegar a tiempo a un transplante, bien porque hayan nacido en un país con un sistema sanitario inexistente o insuficiente, bien por no contar con entidades benéficas privadas que canalicen sus demandas o, simplemente, por algo que a nosotros se nos antoja una nimiedad como no tener la posibilidad de acceder a las redes sociales.

La igualdad de oportunidades exige no sólo contar con una excelente infraestructura de transplantes nacional conectada a otra mundial, sino aprovechar la fuerza comunicativa de todos los recursos de la sociedad de la información-especialmente las redes sociales- no sólo para dar a conocer las necesidades, sino sobre todo para concienciar a los ciudadanos de la aldea global de la importancia de hacerse donantes de órganos, de tejidos, de sangre, etcétera.

Si lográsemos, además, extender esta experiencia al conocimiento y tratamiento de las llamadas enfermedades raras, o a la prevención de las epidemias del siglo XXI, sin duda comenzaríamos a mirar los recursos de la red como algo más que una pasarela de frivolidades, intimidades y filosofía barata.

Esto no ha hecho más que empezar. Sin duda, esta noche voy a brindar por Mateo, su donante y por todos aquellos que compartieron su sonrisa para tratar de vencer algo tan desconcertante como la enfermedad en una vida que acaba sólo de echar a andar. No sé explicarles lo contento que me siento hoy.

 

 
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios