Un matrimonio de empresarios mallorquines,
Miguel Conde Moragues y la arquitecta
Cristina Martí Crespí, son los impulsores de la conversión de las plantas superiores del
palacio de Can Alomar, en el Borne, en hotel de cinco estrellas. Estos empresarios, que apuestan fuerte por la gran importancia de los establecimientos de ciudad de cara a la captación de turismo cultural, ya explotan e
l Boutique Hotel Sa Calatrava, de 16 habitaciones, en plena fachada marítima, justo delante de Sa Murada, y el hotel
Can Cera, situado en la calle Sant Francesc, entre las plazas de Santa Eulalia y Sant Francesc.
Con esta nueva inversión, se están convirtiendo en unos de los principales impulsores del turismo de calidad en Palma ahora que hay diferentes movimientos para abrir nuevos establecimientos, tal y como ha venido informando
mallorcadiario.com. Estas inversiones representan el nuevo estilo de la recuperación económica por lo que respecta a Palma:
prestigiar al máximo el Casco Antiguo, que va camino de convertirse en Patrimonio de la Humanidad, y superación de la estacionalidad, situándose al margen de la siempre imprescindible oferta del sol y playa.