España e Illes Balears, cerca del corazón de Europa
martes 17 de diciembre de 2013, 08:52h
Decía el otro día el expresidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, que la Unión Europa “es la solución, no el problema”. Y creo sinceramente, tras casi tres décadas desde la integración de España en la entonces Comunidad Económica Europea, que las palabras de Buzek son plenamente acertadas en un momento en el que cruzan algunas sombras sobre el gran proyecto europeo y en el que es más necesario que nunca, por tanto, hacer balance para convencernos de que el futuro debe pasar por Europa si queremos seguir creciendo económicamente, pero también en solidaridad, justicia e igualdad.
En una etapa difícil, como la que estamos atravesando en estos momentos, con millones de españoles sin empleo y con ajustes presupuestarios que afectan directamente a todos los ciudadanos, es normal que las miradas se vuelvan también hacia Europa en busca de soluciones. Y es cierto que muchas veces la lentitud en la toma de decisiones y la distancia nos hacen pensar en que la UE ha podido perder su conexión con la ciudadanía y sus problemas reales.
En algunos casos así ha sido, no se puede negar, y todos, hasta los que trabajamos directamente en las instituciones comunitarias, nos sentimos un tanto decepcionados por la falta de respuestas en el momento en el que más se necesitan. Pero esa no es la norma general ni podemos permitirnos que problemas puntuales no nos dejen ver los avances que para los españoles, para los baleares, ha supuesto nuestra presencia en la UE.
No se trata ya solo de los fondos que durante estos últimos 28 años han permitido un desarrollo general de nuestras infraestructuras, servicios básicos o sectores económicos principales, permitiendo una crecimiento de la economía española y balear y un aumento del nivel de vida de los ciudadanos, sino que, sobre todo, en este tiempo se ha logrado crear un marco normativo que ha permitido avanzar y alcanzar a Europa en materia educativa, medioambiental, energética, justicia e igualdad y, en general, en aquellos ámbitos sociales que afectan a la calidad y la esperanza de vida de todos los ciudadanos, especialmente los más vulnerables.
En los últimos días, en el Parlamento Europeo hemos aprobado el marco financiero así como una serie de programas de inversión, que van desde la agricultura, hasta las infraestructuras, la educación, la cultura o la investigación, y que marcarán no solo los fondos, sino las líneas de trabajo que se impulsarán desde la Unión Europea hasta 2020. Nuestro esfuerzo debe ir dirigido a conseguir que ese dinero efectivamente se utilice para conseguir que se prioricen aquellas cuestiones que más beneficien a los ciudadanos y que nos permitan seguir creciendo de forma sostenible y solidaria entre todos los territorios y países, para conseguir que ningún europeo se quede atrás.
Para Illes Balears, como en las últimas décadas, es fundamental que sigamos trabajando en Bruselas para conseguir un marco adecuado para que nuestras fortalezas, como el turismo, sigan mejorando y para que nuestros hándicaps, como la distancia del continente, se tengan en cuenta a la hora de diseñar políticas adecuadas para compensar la insularidad. En este sentido, precisamente, van muchas de las iniciativas que he podido defender y en las que estoy trabajando en la actualidad en el Parlamento Europeo.
Y, en general, nuestro esfuerzo debe seguir dirigido a garantizar que todos los ciudadanos tienen las mismas oportunidades, trabajando especialmente, como en los últimos años, por aquellos que lo tienen más difícil como las personas con discapacidad, y los colectivos sociales más vulnerables, como las mujeres o las personas mayores.
Para lograr todas estas metas, la Unión Europea sigue siendo, desde luego, la mejor solución y debemos, por tanto, trabajar por un proyecto europeo que apueste por las personas y que permita mantenernos, a España y a Illes Balears, en el corazón de Europa.
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Últimos comentarios de los lectores (2)
17281 | RAFAEL GARAU OBRADOR - 18/12/2013 @ 01:00:28 (GMT+1)
Hola Rosa
El europeísmo me parece ilusionante pero es momento de soluciones y no de apología pues de ésta nunca vienen aquellas en parte por la fuerte dosis de inmovilismo consustancial que conlleva. El pasado viernes Abel Matutes pronunció una conferencia en la que destacó lo que yo creo obvio: las restricciones en los países meridionales y mediterráneos se deberían haber combinado con políticas contracíclicas de los países fuertes, Alemania especialmente. Yo añado que además urgía una política única o una emisión única de deuda europea para no asistir al esperpento de la especulación descarnada contra nuestra prima de riesgo. Para clarificar o mundanizar las palabres del Sr. Matutes dictaminaría que Alemania debe hacer con España lo que Madrid hace con Extremadura pues así se ha logrado la convergencia en España y así se hace Europa y lo demás son egoísmos y falta de compromiso.
Un abrazo.
17273 | Miguel Sánchez - 17/12/2013 @ 18:03:12 (GMT+1)
Bonito artículo, pero eso ya es pasado, las políticas de austeridad europeas más la corrupción interna se lo está llevando todo por delante.