El amigo Nacho

Bauzá se busca unos amigos muy raros. Ahora ha montado un eje autonómico nada menos que con Nacho González, el sucesor de Esperanza Aguirre al frente de la comunidad de Madrid. Con tal pacto, Bauzá intenta despegar como estratega político: Primero vende la idea (de dudosa consistencia) de que Madrid y Baleares son los únicos territorios aportadores netos, que reciben mucho menos de lo que dan al Estado. Seguro que los catalanes no están de acuerdo con esta afirmación, ya que allí calculan que el Estado central les birla más de 15.000 millones cada año. Pero si lo que intenta el PP es buscar un contrapeso a la Generalitat, el eje Nacho-Joserra les puede dar mucho juego, al menos a corto plazo. Quieren acabar con cualquier atisbo de embrión de los Països Catalans. Nacen los Países Madrileños. De Brunete a Mahón. Ha fallecido el pancatalanismo. Crece el panmadrileñismo. González y Bauzá son las dos alas del nuevo proyecto de España. Las comunidades con mejor nivel de vida han de liderar la recuperación y, encima, han de mirar de soslayo a los catalanes. Como estrategia  enhebrada en la calle Génova de Madrid, destinada a dar carnaza al ala más dura del PP, puede pasar. Pero da la impresión de que Bauzá aún no se ha enterado de lo que son las Baleares. Con Nacho como amiguete ideológico, ¿con quien piensa pactar Bauzá dentro de año y medio si pierde la mayoría absoluta? Buena la ha armado con su línea de confrontación con la lengua catalana para, encima, alardear de una santa alianza con la autonomía madrileña, trufada de neocentralistas que, si pudieran, reducirían el Estado de las Autonomías a la mínima expresión. Es posible que Madrid saque jugo a esta jugada porque cree que ha puesto coto "a la expansión catalanista". Es posible que haya una mejora en la financiación de las instituciones de Nacho y Joserra. Pero este último hace pagar un precio muy alto a su propio pueblo: alineados con los madrileños, los baleares pueden quedar reducidos a la nada como comunidad diferenciada. ¿Qué será de la autoestima? ¿Qué pasará con su personalidad propia y con su lengua propia si esto prospera? Nacho es un bilingüïsta castellano-inglés. Y hacia allí conducen a los baleares. Nuestra imagen será pronto el amigo Nacho. De Madrid al cielo.