Un reciente estudio del Moffitt Cancer Center en Tampa, Estados Unidos, ha elaborado lo que podría ser la solución al cáncer de piel más agresivo, el melanoma, tras haber probado con éxito un nuevo tratamiento.
Con tan solo una inyección se frena su progresión e incluso se reduce su tamaño. El tratamiento, conocido como 'PV-10', se ha desarrollado a partir del colorante soluble rosa de Bengala, que habitualmente se utiliza para teñir las células dañadas del ojo.