Cuando los expertos en economía son preguntados acerca de cómo ser eficientes en la aplicación de ajustes en las administraciones públicas algunos suelen apelar a la sencillez, esto es, al sentido común de las economías domésticas. Y es que las economías familiares suelen apretarse el cinturón prescindiendo de lo superfluo, buscando y comparando hasta dar con los precios más competitivos, unificando la “demanda” y aprovechando al máximo las promociones y oferta del mercado. Al fin y al cabo, el secreto está en la correcta administración y adecuación de los recursos de los que se dispone a las necesidades reales.
Este es el objetivo que debe perseguir cualquier administración pública y, si además, nos centramos en el ámbito de la salud, esta máxima debe aplicarse con mayor celo todavía si cabe, al tratarse de una cuestión tan importante como es la salud de los ciudadanos. Hace unos días el Servei de Salut anunciaba la puesta en funcionamiento de la nueva Central de Compras y Logística. Se trata de una de esas iniciativas que demuestra que sí es posible aplicar medidas de ajuste-eficiencia (y ahorro) en la Administración sin que por ello se vea afectada la calidad asistencial que se ofrece al paciente. ¿Cómo? En el caso de la Central de Compras, se establece una política única de compras (en lugar de dejarlo en manos de cada una de las gerencias) y ello permite un ahorro de cerca de siete millones de euros. Así, los hospitales y centros de salud de las islas consiguen unificar los precios y catalogar los productos que adquieren de manera que su adquisición en conjunto sea más ventajosa para todos, igual que haría cualquier pequeña economía doméstica con su lista de la compra. La centralización de proveedores, productos, precios y catálogos hace posible ahorrar sin recortar, simplemente utilizando los recursos con mayor eficiencia.
La Central de Compras no es el único ejemplo del importante esfuerzo realizado por la Consejería de Salud para tratar de aplicar medidas de eficiencia que no sean gravosas para la ciudadanía. Es el caso, por ejemplo, del nuevo modelo de atención sociosanitaria de Mallorca, cuyo objetivo es que el paciente sea atendido en el recurso asistencial más adecuado a sus necesidades. O el traslado de especialistas de Mallorca a las islas menores, que permite que los pacientes de Menorca, Ibiza y Formentera sean atendidos directamente en sus hospitales de referencia. Así, se mejora la calidad de vida de los pacientes y, al mismo tiempo, se alcanza un importante ahorro para la comunidad.
Se trata, en definitiva, de seguir esforzándose por encontrar aquellas fórmulas que nos permitan redescubrir otra manera de hacer las cosas, trabajando para obtener más por menos. Igual que haría el ciudadano de a pie, en su casa.
María José Bauzá AlonsoPortavoz adjunta de Sanidad del Grupo Parlamentario Popular