¡Menos lowcost, Caperucita!

En 2012 Baleares multiplicó las manifestaciones y protestas en la calle de diversa índole. Viene a ser normal, con la que está cayendo. Aún así, sigo convencido de que en esta tierra somos poco dados a las protestas. Por ejemplo, nos estamos "envainando" una situación que merece una protesta enérgica por parte de las administraciones y, por supuesto, una contestación muy contundente por nuestra parte, como consumidores, como ciudadanos que tenemos el avión como la forma natural de desplazarnos a otros destinos. Si han intentado o están aún intentando comprar billetes de avión para salir de la isla estas vacaciones, seguro que se han dado cuenta de cuánto han subido los precios de los billetes. Entre un 20 y un 35 por ciento más que hace sólo un año. ¡Todos!. Compañías regulares tradicionales (Air Europa o Iberia) y supuestas low cost (Ryanair, Air Berlin, Vueling) le están sacando una buena tajada a la desaparición de Spanair. Y nosotros, nos quedamos tan anchos. O pagamos y callamos, o este año no hay vacaciones en la península. Se habrán dado cuenta, por tanto, que las low cost son menos "low" que nunca. Sus precios se han acercado como nunca a los de las compañías de toda la vida. En Baleares, como siempre, a pagar y a callar. Ya sé que son las reglas del libre mercado y la competencia. Pero yo no sabía que la libre competencia podía dejar perjudicados en un territorio concreto. Ahí va una idea para la Comisión Nacional de la Competencia: si los operadores de telefonía pactan precios, sanción. Si las gasolineras pactan el "efecto lunes", investigación. Si las compañías aéreas, practican subidas generalizadas a partir de un hecho conocido (Spanair), algo se podrá hacer para acabar con esto. Por lo pronto, y salvo benditas ofertas puntuales, lo de los vuelos low cost parece haber pasado a la historia.