Los datos del estudio publicado este martes por mallorcadiario.com sobre siniestralidad en las carreteras de Baleares ponen de manifiesto una realidad que llama la atención: seis de cada diez muertes en accidentes de tráfico en nuestra comunidad son de peatones, ciclistas o motoristas. No sorprende que el mayor número de víctimas se corresponda con aquellos que utilizan medios con menor protección que la de un coche o que sean los que transitan a pie. Pero, siendo así, cabe pensar que las campañas de prevención no son todo lo acertadas que deberían ser y que se centran demasiado en los vehículos de cuatro ruedas, dejando en muy segundo plano a quienes son mayoría en la estadística de víctimas.
Las cifras señalan que, en los últimos diez años, el colectivo de motoristas, peatones y ciclistas ha sido protagonista de 14.000 accidentes, siendo los motoristas los más perjudicados dentro de este colectivo vulnerable, con un 65 por ciento de las muertes frente al 21 por ciento de los peatones y el 14 por ciento de ciclistas.
Estos datos se conocen coincidiendo con el debate que ha abierto la DGT sobre la posibilidad de endurecer las sanciones a los conductores por el uso del móvil o los navegadores; o de incrementar las multas y la retirada de puntos en las infracciones por velocidad excesiva o positivos en alcohol. Se pretende poner freno al incremento de la siniestralidad que se ha producido en los últimos años, lo que es de aplaudir. Sin embargo, parece faltar una mayor atención a los accidentes protagonizados por los usuarios más indefensos.
Ha habido algunas campañas específicas sobre el uso del casco o sobre una precaución especial ante los ciclistas, pero a la vista de los datos, se echan en falta más; además de una mayor reglamentación sobre este tipo de usuarios de las vías públicas. De hecho, el estudio señala la percepción general de que motoristas, ciclistas y peatones incumplen la normativa más que los conductores de coches. Y aunque los datos no certifican exactamente esto, tampoco estaría de más una mayor vigilancia sobre la correcta circulación de todos ellos. También caminando, el uso del móvil o de auriculares puede implicar distracciones con graves consecuencias.