Hace dos años, nació la entidad Mos Movem, impulsada por la empresaria menorquina Úrsula Mascaró. Su objetivo originario era mostrar su rechazo al entonces borrador del decreto del catalán en la sanidad, que fijaba dicho idioma como un requisito para aquellos médicos y enfermeros que quisieran presentarse a unas oposiciones en Baleares. El citado texto sería finalmente aprobado, con algunos cambios, en marzo de 2018. Lo recuerda en esta entrevista la actual presidenta de Mos Movem, María José García, originaria de Oviedo, que hace veinte años llegó a Menorca. Técnica superior de prevención de riesgos laborales, en la actualidad trabaja en el Hospital Mateu Orfila de Maó.
¿Qué balance hace de estos dos primeros años de existencia de Mos Movem?
En estos dos años se ha conseguido que el requisito del catalán en la sanidad lo hagan en diferido, es decir, te dan dos años para sacar el título de catalán, bajo amenaza de que si no lo sacas te castigarán con no cobrar el 100% de la carrera profesional —es parte del salario— y la movilidad, lo que significa que si yo quiero pedir por ejemplo el traslado al Hospital de Son Espases de Palma, se me exige la acreditación lingüística correspondiente. Como sabe, Mos Movem ha impugnado el decreto en su totalidad por ilegal e inconstitucional.
La empresaria Úrsula Mascaró fue el alma mater de este proyecto...
Mos Movem nace con Úrsula Mascaró. En una cena con amigos, uno de ellos, que es jefe de servicio del Mateu Orfila, le comentó lo de la exigencia del catalán para poder trabajar en la sanidad y lo difícil que era formar equipos médicos. Este requisito les destrozaba la organización. Al día siguiente nació Mos Movem - En Marcha - Let’s Go. Nunca le estaremos lo suficientemente agradecidos a esta valiente diseñadora y empresaria, que nos dio voz a los silenciados. Úrsula ha sido, es y será el motor de Mos Movem, aunque ahora con un perfil bajo, debido al boicot e insultos que ha sufrido.
¿Mos Movem tiene algún color político concreto?
En Mos Movem hay gente de casi todos los colores políticos, incluso de Podemos y comunistas del partido Actúa de Gaspar Llamazares, así como simpatizantes del PSOE, el PP, Cs y Vox. En cambio, no tenemos a nadie de Més —sonríe—.
"Queremos que el idioma no sea una barrera"
¿Qué es lo que une a personas de ideologías tan dispares?
Son gente que está cansada de que se utilice la lengua como arma para separar. Además, el tema de la salud es delicado, hay una línea invisible entre la vida y la muerte. Ahí no se la quiere jugar nadie por un requisito sin sentido. En las islas no se "producen" suficientes profesionales para cubrir todas las plazas, tenemos que importarlos. En definitiva, queremos los hospitales de Baleares llenos de profesionales, el mismo nivel de sanidad que por ejemplo en Burgos y que el idioma no sea una barrera.
¿Cuál sería el aspecto más negativo del actual decreto del catalán en la sanidad?
El aspecto más negativo es, y esto lo he oído yo, escuchar a profesionales sanitarios hacer preguntas de este tipo: "¿Es ahí donde se exige catalán? Entonces, no, gracias, no me interesa el trabajo". Es cierto que para trabajar como médicos eventuales no se les exige el catalán, pero la fama ya la tenemos.
Si ese decreto un día se derogase, ¿Mos Movem seguiría como proyecto cívico?
Le diría que aunque ese decreto se derogue algún día, aún queda la Ley 4/2016, de medidas de capacitación lingüística para la recuperación del uso del catalán en el ámbito de la función pública. Lucharemos para que esa ley desaparezca. Seguiremos para derogarla.
"Nunca le estaremos lo suficientemente agradecidos a Úrsula Mascaró, que nos dio voz a los silenciados"
La plataforma se pronuncia hoy sobre otros temas...
La imposición del catalán en la sanidad es la metástasis de un tumor primario, detectado en la educación. En ese sentido, si bien es cierto que Mos Movem nació en el ámbito de la sanidad, en nuestro fuero interno siempre estaba la preocupación por lo que ocurría en el ámbito de la educación. Así lo explicábamos a las bases de nuestra plataforma. Como nuestros "enemigos" son Més y el PSIB, la proa apunta hacia ellos y son nuestro objetivo político a derribar.
¿Han percibido algún gesto del Govern hacia los castellanohablantes?
Acabo de ver que el conseller de Educación, el socialista Martí March, acaba de incluir el castellano como lengua vehicular en el anteproyecto de la futura Ley de Educación de Baleares, pero nada más. Los "indepes" de Més no les dejan cambiar nada —sonríe de nuevo—.
¿El catalán debería ser sólo un mérito en cualquier ámbito laboral público?
Las lenguas cooficiales no se deben imponer nunca. La libertad de elección de lengua es nuestro objetivo, pero los "talibanes" vieron que eso no daba dinero e impusieron el catalán, hasta tal punto que hay escuelas en Baleares en las que no se oye ni una palabra de castellano, por ejemplo en Ferreries, en Menorca.
"En Mos Movem hay gente de casi todos los colores políticos, excepto de Més"
¿Con qué entidades isleñas colabora Mos Movem?
Colaboramos con todas, somos una gran familia, cada una con objetivos propios, pero "in the end of the day" coincidimos prácticamente en todo. Los seres humanos tenemos más cosas que nos unen que las que nos separan.
¿Cree que sería positivo que todas esas entidades se refundieran en una sola?
Todas las plataformas de Baleares y del resto de España nos comunicamos constantemente y no vemos la necesidad de hacer una macroplataforma, algo que además sería complicado. Estamos todos luchando en el mismo bando, en contra del nacionalismo.