Por otra parte, hace apenas unos meses, el pasado mes de febrero, caducó el plazo de apertura de otro negocio de este sector en Inca. De esta manera, ya sin tramitaciones pendientes, el Ejecutivo autonómico tiene ahora la oportunidad de cambiar las reglas del sector para restringir la puesta en marcha de nuevos establecimientos de juego en Baleares.
En este sentido, el vicepresidente autonómico y conseller de Transició Energètica, Sectors Productius i Memòria Democràtica, Juan Pedro Yllanes, ha presentado esta propuesta de modificación de la Ley del Juego, que incluye, entre otros aspectos, la moratoria automática de nuevas licencias. El texto acaba de superar el periodo de presentación de alegaciones.
Precisamente, este miércoles se ha reunido la Mesa Social del Juego, con la participación del vicepresidente del Govern y también del director general de Comerç, Miquel Piñol; el secretario autonómico de Sectors Productius i Memòria Democràtica, Jesús Jurado; la directora general de Salut Pública, Maria Antònia Font; el alcalde de Marratxí, Miquel Cabot; los regidores Neus Serra y Joan Francesc Canyelles, y la vicedecana del Colegio de Psicólogos de Baleares, Maria José Martínez, así como representantes de la Plataforma Vecinal de Marratxí, la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (FAPA), la asociación de ayuda a los ludópatas Juguesca, el Plan de Adicciones y Drogodependencias de Baleares o Proyecto Hombre.
YLLANES: "BALEARES NO HA DE CONVERTIRSE EN UN LAS VEGAS LOW COST'
Durante el encuentro, Yllanes ha agradecido a los asistentes que hayan puesto a disposición del Govern sus diferentes visiones sobre los juegos de azar "como
una cuestión de salud pública, una cuestión social y una cuestión de convivencia vecinal, y no una cuestión estrictamente de negocio" como, según ha lamentado, "se había tratado hasta ahora". En este sentido, el vicepresidente ha destacado la apuesta del Govern "por
políticas de prevención de las adicciones, de protección de menores y colectivos más vulnerables, de paz social y convivencia vecinal", y ha pedido evitar que Baleares se convirtiera "en un
Las Vegas 'low cost'".
Entre las iniciativas llevadas a cabo para lograr este objetivo, Yllanes ha repasado algunas de estas actuaciones, como la primera moratoria para nuevas licencias entre 2020 y 2022, que permitió, según ha explicado, "parar una dinámica de aperturas sin límite", o la suspensión de licencias en las postrimerías de la moratoria para consolidar la replanificación sectorial, retrasada por el impacto económico y social de los efectos de la pandemia.
MÁXIMO DE 75 SALAS POR MILLÓN DE HABITANTES
A estas acciones se suma ahora la propuesta de modificación de la Ley de Juego 8/2014, que fijará un máximo de 75 salas de juego por cada millón de habitantes (actualmente está en 140 locales), tres casinos y cuatro bingos, y que incluye, entre otras medidas, la moratoria automática de nuevas licencias hasta que se alcance esta cifra y, por tanto, el número de salas se reduzca hasta la mitad.
Esto significa que tampoco se volverán a arbitrar procesos de otorgamiento de nuevas licencias y que el Govern no concederá más licencias de juego en las Islas, al menos en las próximas décadas.
"En esta legislatura hemos conseguido el punto de inflexión que todos esperábamos en materia de densidad de salas de juego por habitante en las islas, ya que no se podía continuar doblando la media española de salas por habitante", ha concluido Yllanes.
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