"Mis pasiones son trabajar y estar con mi hijo"

En la actualidad, esta cafetería y panadería abre de lunes a domingo, siempre por las mañanas. El local está abierto todo el año, por lo que nuestra entrevistada no tiene vacaciones nunca.

Noelia sólo descansa cada 25 de diciembre y los días 1 y 6 de enero. Además, desde hace unos seis meses, combina este trabajo con otro que lleva a cabo algunas noches en la Heladería Palma, en el Coll d'en Rabassa.

Sus tres mayores sueños en estos momentos son poder comprarse una casa, viajar a París y visitar Disneyland París con su hijo. "Tengo un niño de tres años y soy madre soltera, porque su padre y yo estamos separados", explica.

A Noelia le gusta el contacto con la gente. "En mi trabajo, me entretengo mucho y aprendo también bastante, sobre todo escuchando lo que me cuentan los clientes", recalca. En ocasiones, ellos le comentan algunos de sus problemas y ella les da entonces posibles consejos para que puedan solucionarlos. "Yo creo que en el fondo soy un poco psicóloga", afirma con una sonrisa.

La mayoría de los clientes son habituales, así que acaban conformando todos como una gran familia. "Dicen que siempre sonrío y que soy más alegre que un cascabel, aunque a veces son los clientes los que me ayudan o me animan", prosigue.

HORARIO INTENSIVO

"Ser autónomo es muy duro, pero luego uno ve que tanto esfuerzo acaba teniendo su recompensa", reconoce Noelia. El negocio solo flaqueó un poco después de la pandemia, pues las cajas no eran las mismas. "Por un momento, me planteé dejarlo, pero hubo algo dentro de mí que me dijo que tenía que seguir luchando. Y así lo hice", recalca.

El único cambio que ha habido es que antes abría mañanas y tardes, pero desde que nació su hijo el horario es ahora desde las siete de la madrugada hasta las tres de la tarde. "Así, por las tardes me dedico sólo a ser madre, que me fascina. Mis pasiones son trabajar y estar con mi hijo. Él es el amor de mi vida", indica.

A veces puede haber también algún mal día, como por ejemplo cuando entra un borracho en el local y se pone muy pesado. Precisamente, hace unas semanas Noelia tuvo que llamar a la Policía por ese motivo. Otro ejemplo de una situación desagradable es cuando alguien toma una consumición y luego se va sin pagar. "Por no hablar de quienes se dirigen a ti cruzando una línea roja que nunca deberían traspasar", denuncia.

Por regla general, cuando en la cafetería entra alguien que uno no conoce, "casi siempre intuyes ya si te va a dar o no problemas". Por fortuna, en el otro extremo se encuentran "los clientes amables" y también los que dejan una propina.

La ubicación de su establecimiento le parece perfecta, pero en el exterior hay un problema aún sin solucionar que afecta también a otros negocios de Ciutat. "Me gustaría que el Ayuntamiento de Palma quitase los contenedores de basura que hay justo enfrente de mi cafetería y los colocase en otro lugar", enfatiza Noelia. Hace ya algún tiempo que denunció esta situación.

"La verdad es que poco después el alcalde de Palma me llamó y me dijo que el consistorio retiraría esos contenedores, pero esa llamada se produjo en febrero y por ahora los citados depósitos siguen en el mismo sitio", aclara. Los clientes y los vecinos también la apoyan en su petición.