Poca gente domina el arte del estornudo. Es prácticamente imposible disimular que uno va a soltar uno. Por unos segundos, la cara se te paraliza con cara de angustia y los ojos se te van.

Poca gente domina el arte del estornudo. Es prácticamente imposible disimular que uno va a soltar uno. Por unos segundos, la cara se te paraliza con cara de angustia y los ojos se te van.