Miley Cyrus –que recientemente ha sufrido la pérdida de su perro– ha decidido pasar por las manos del peluquero para dar un nuevo aire a su cabello, y lo ha hecho cubierta únicamente por una toalla. Mientras tapa sus senos con el brazo, la cantante sonríe a cámaraconsciente de lo poco habitual de su acción. De todos es sabido que después de acudir a la peluquería es frecuente que se queden pelos por dentro de la ropa que incomodan y pican, y quizá la de Nashville ha querido evitar este poco glamuroso resultado.