El tiempo ha acompañado, la temperatura agradable y el cielo despejado han obrado un año más el milagro de miles de personas saliendo a las calles de Palma para presenciar la procesión de Dijous Sant y venerar al Sant Crist de la Sang, sin duda, la más emotiva de cuantas se celebran en Palma.
UNA PROCESIÓN ESPECIAL
Como cada año, la procesión del Sant Crist de la Sang parte del patio de la Misericòrdia a las 19 horas y transcurre por la plaza del Hospital, la costa de la Sang, Oms, Sant Miquel, la plaza Major, la del Marqués del Palmer, la calle Colom, la plaza de Cort y Palau Reial para finalizar en la Seu donde la recibe el obispo Sebastià Taltavull.
Los pasos salen por orden de antigüedad y se han establecido descansos para que los cofrades descansen unos minutos a lo largo del recorrido. Entre todas las 33 cofradías han desfilado por Palma 4.200 personas.
DESDE 1564
El Sant Crist de la Sang preside desde el año 1564 la procesión del Dijous Sant. Siglos de tradición rodaron literalmente por los suelos el 18 de diciembre de 2002 cuando un hombre con problemas psiquiátricos entró en la iglesia del Hospital General y tiró la imagen al suelo. Quedó hecha añicos y fue necesario un año para recomponerla y restaurarla, gracias en buena medida a la aportación económica que hizo el Consell de Mallorca, entonces presidido por Maria Antònia Munar. Ello no fue casual, pues el Crist de la Sang es el patrón de la institución insular.