Meter o solo tocar

En los años 70, las chicas de Palma se espabilaron y empezaron a tener actos sexuales con el novio, sin penetración, ante la gran cantidad de chicos palmesanos que se iban al Arenal en busca de francesas y de alemanas que venían de vacaciones en busca de nuevas experiencias sociales (sexuales). De esas historias nació el calificativo de picador. En los años 90, las chicas de Mallorca habían aprendido a ser independientes y empezaron a ser las que elegían la pareja. Recuerdo a muchos jóvenes de aquel tiempo, que no se atrevían a intentar ligar con las chicas, porque los miraban con desprecio si parecían un chico normal y tímido. Llegó el 2018 con las redes sociales, el Tik Tok, Facebook y el resto de plataformas y páginas de porno en las que los jóvenes de todo el mundo aprendían de todo lo que se relaciona con el sexo. Los chicos pasaron de ser los príncipes azules con los que soñaban las chicas, a ser un nuevo hombre: el famoso. Famosos que llenan las Redes por ser deportistas, guapos, con dinero y deseados por todas. De esos, es el personaje de la semana: Íñigo Errejón. Pero, ¿cómo han evolucionado las chicas en estos últimos años? Gracias al feminismo, las adolescentes de hoy ya no son piezas a cobrar por los machitos de turno. Son independientes, saben lo que quieren. Se acuestan con quien quieren. Pero siguen soñando con el príncipe azul. Al final, todo es lo mismo. ¿Por qué seguimos llamando amor al sexo? El sexo es una necesidad física y psíquica. Es un deseo del cuerpo, de la mente y del alma. Lo importante es saber qué se quiere y qué no se debe hacer. Muchas mujeres se meten en la cama esperando tener una experiencia, una relación esporádica, pero en el fondo, la gran mayoría lo que busca es una experiencia que, ojalá, se prolongase en el tiempo, si el sujeto es lo bastante deseable como pareja, como persona, como hombre o como mujer. Leo la denuncia de Elisa contra Errejón y le doy la enhorabuena, aunque tardía, por no callarse y abrir el camino para que otras mujeres se animen a denunciar cualquier abuso que hayan padecido. En la denuncia, la víctima explica que todo empezó con un intento de ligar. Él es guapo y famoso, y yo estoy a punto de divorciarme, con una hija. Empezamos tonteando y jugando. Pero en un momento dado, él le da un beso en la boca y a ella, le da cierto asco, porque le mete la lengua en la boca. A partir de ese momento, todo se complica y ella se siente abusada, utilizada y solo desea parar. De hecho, le pide a él que pare, y él para y comprende que no era lo que estaba buscando, él quería sexo y ella quería cariño. Es la historia de la vida. Muchas, muchas personas se unen a otras buscando el cariño y el amor. Algunas buscando, además, sexo consentido y placentero. Otras, hombres y mujeres, siguen buscando una pareja a la que dominar, a la que mandar en todo y a la que agredir físicamente y verbalmente para demostrar quién es el que manda. Todos deberíamos intentar explicar a los jóvenes de hoy que su sexualidad es real y necesaria. Pero que el amor existe y es también necesario. Y sobre todo, explicarles los riesgos de las relaciones íntimas, las enfermedades, los embarazos no deseados y sus consecuencias. Y lo más importante: el dolor emocional al terminar una relación o al haber padecido un abuso.