Fuentes de Més, de cuya coalición forma parte Esquerra Republicana, consideran que el punto fundamental que ha producido la fractura dentro del bloque soberanista catalán no es la forma de como teóricamente se ha de celebrar la consulta o el "simulacro" del 9-N en Catalunya, sino "el siguiente paso", es decir,
la convocatoria anticipada de elecciones "plebiscitarias".El temor de Esquerra Republicana, que encabeza
Oriol Junqueras, es que formar una lista unitaria de todas las fuerzas soberanistas, implicaría que el número uno fuese
Artur Mas "con una muy fuerte presencia de Convergencia en la lista". En Esquerra temen que "Mas y Convergencia saldrían mucho más reforzados que el resto de partidos y si en el último momento Mas pactase con Madrid todo el proceso se iría al garete".
En Esquerra creen que Mas no se atreve a convocar la consulta conforma a la Ley que él mismo ha aprobado porque "podría quedar inhabilitado y luego no podría ser cabeza de lista".
Esquerra ya ha dejado muy claro la tarde de este martes que sólo aceptarán una lista conjunta a las "plebiscitarias" si de antemano Mas se compromete "a declarar la independencia de forma unilateral justo después de los comicios. Piensan que Mas jamás aceptará esta condición e intentará ganar tiempo, aunque con él de número uno".
La razón de fondo es que la izquierda catalana no se fía de Mas porque
"el catalanismo de derechas siempre ha pactado con Madrid en el último momento".
En cambio, en Esquerra se piensa que "si no hubiesen elecciones ahora ni lista única y se esperasen dos años hasta que se agote la legislatura, la victoria de Oriol Junqueras sería inapelable y la independencia imparable". De esta forma, el fondo de la discrepancia "no es táctico sobre la forma de la consulta del 9-N, sino estratégico y a medio plazo.