Los comerciantes confían en que la repentina bajada de las temperaturas anime la campaña de rebajas que ha comenzado esta semana en Baleares. El frío va a contribuir a reducir los stocks de la ropa de invierno que estos días constituyen el grueso de productos que se verán saldados en la presente campaña de descuentos.
En este contexto de buenas expectativas para comerciantes y consumidores, Més per Mallorca registró este lunes en el Parlament una Proposición de Ley para modificar la ley 7/1996, de ordenación del comercio minorista, que regula, entre otros, cuándo y de qué manera se pueden hacer rebajas en el comercio, una ley de ámbito nacional que fue modificada en el 2012 a través de un real decreto ley con el que se liberalizaron las rebajas. Los ecosoberanistas pretenden acabar con esta norma y volver a una normativa nada menos que de 1996. Argumentan la necesidad de recuperar competencias para la comunidad y equiparar las oportunidades del pequeño comercio y grandes superficies.
Los de Més ya lo intentaron en la anterior legislatura -cuando gobernaban junto a PSOE y Podemos-, pero sus propios socios rechazaron el cambio.
Ahora vuelven a insistir en el empeño, con pocas expectativas de éxito y con una finalidad -al parecer- exclusivamente enfocada al reducto de votantes que los sostienen en las instituciones; un colectivo en el que pocos pequeños comerciantes habría, dado que estos son precisamente los que suelen adelantar las rebajas a las fechas señaladas para las grandes superficies.
¿Cabe pensar, además, que ningún dirigente o votante de Més ha realizado compras por internet? Porque es ese el terreno donde se produce la máxima liberalización de las ofertas y descuentos. Darle la espalda a la realidad nunca es una buena estrategia política y en este caso, la propuesta de Més carece de todo el sentido práctico para comerciantes y consumidores.