Fernando Vázquez ha descubierto muy tarde que el único jugador de su plantilla con gol en sus botas es Brandon. Hace muchas semanas quedó escrito en esta misma sección y, como en ocasiones precedentes, los posteriores hechos así lo han demostrado. Pero no podemos dejar de anotar en el debe del técnico, su pasado menosprecio a un futbolista que ya venía apuntando algo más que formas dos temporadas atrás. Y no debemos olvidar que el técnico de Castrofeito confió muy poco en él en la segunda vuelta de la campaña precedente y no jugó más de once partidos completos a lo largo de los cuarenta y dos de que consta el calendario. En la presente competición, el de Santany ha chupado banquillo hasta hace muy poco y aún colea su clamoroso fallo en Tenerife, en la última acción del encuentro, que le costó no salir de principio en Palma en la confrontación de liga entre el Mallorca y el UCAM Murcia.
Lo peor del entrenador es que Maheta Molango confeccionó la plantilla a su medida. Le fichó a los futbolistas que pedía, Juan Domínguez, Juan Rodríguez y Culio, inamovibles en su esquema sin que se les haya sacado el esperado jugo de sus características. Su peredecesor, Pepe Gálvez, no tuvo siquiera la oportunidad de que le dejaran probar sus cualidades una vez contratados de una tacada Lago Junior, Ortuño, Oscar Díaz, Salomao, Colunga y Pol Roigé. Ya no hablamos de los fichajes del pasado verano, Alberto López, Pleguezuelo o Fernando Cano en los que nada tuvo que ver el gallego y, sinceramente, suenan a broma pesada del consejero delegado o de su descubridor de talentos, Javier Recio. Vamos que no es que el Espanyol esté tampoco jugando alguna competición europea desde hace un montón de años.