Se trata de una especie oriental invasora de gran tamaño, que fue detectada por primera vez en la isla de Mallorca en 2015, concretamente en la zona del valle de Sóller.
Desde entonces hasta el día de hoy, y gracias al intenso trabajo realizado por el operativo de búsqueda, se han localizado y capturado siete nidos, si bien todavía es necesario planificar actuaciones de cara a la próxima temperada.
"Se ha conseguido parar bastante, pero todavía no se puede dar por erradicada la especie", ha explicado el director general de Espacios Naturales y Biodiversidad, Miquel Mir, quien ha insistido en que "cabe hacer un esfuerzo" para la detección primeriza de posibles avispas de cara a 2017.