Había una vez una televisión pública que perdía dinero y entonces va y le dice a los periódicos de la ciudad: os doy los informativos para que los gestionéis. El chiste sigue con que los dos periódicos acuerdan crear una sociedad y se presentan para quedarse con los informativos de la televisión. ¿Y el final? Que va y le dan los informativos, y el director es entrevistado en todos los medios que lo celebran. No, no es verdad. Es un chiste que circula pero que no es verdad. Es lo que tienen los chistes. ¿Cómo iba a ser verdad que la sacrosanta libertad de criticar al poder público pudiera quedar a merced de unos pocos millones de euros que se dan, vía televisión, para suavizar lo que se dice? No, jamás. ¿Cómo iba a ser que dos medios, cada uno alineado con una postura social y política diferente, puedan aliarse para esto? No, es un chiste.