No abundan las buenas noticias. Por eso no debemos pasar por alto el pago a proveedores que ha culminado esta semana el Govern. Ya han cobrado todos los que tenían facturas "colgadas", en algunos casos, desde hace años. Están abonadas las 245.000 facturas que tenían fecha anterior al uno de enero de este año. 3.859 proveedores. 842,5 millones.
Muchos de ellos, la mayoría, no llegarán a tocar el dinero cobrado. Su situación es tan angustiosa que el cobro -hecho por transferencia bancaria- se quedará en el banco para saldar deudas. Alivio para el empresario, alivio para el banco.
Ahora bien, saldadas las deudas con el banco, ¿no tocaría ahora volver a abrir el grifo? ¿No sería razonable que los bancos renovaran las pólizas de crédito sin abusar? El empresario ha cumplido. No lo entendería de otra manera, y mucho menos ahora que recibirán la inyección económica del rescate. Si las administraciones han cumplido y los empresarios con deudas con el banco también, no pueden quedarse como si nada.
Si los bancos cumplen lo sabremos muy pronto. ¿Por qué será que no soy muy optimista?