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Aguiló anuncia medidas mayores en el Govern

miércoles 14 de marzo de 2012, 10:56h

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En medio del evidente desorden que se ha apoderado del Govern, adivino, un poco tarde, un poco deslavazado, y por supuesto pésimamente presentado, un indicio de sensatez. Ayer el vicepresidente dijo cosas que tienen sentido, que son lógicas y que se entienden: vino a explicar que los recortes que hay que aplicar, que el dinero que hay que ahorrar, no se puede sacar de un afeitado del gasto, de un trabajo superficial, sino que se está trabajando en una reorganización general del Govern, para acometer una acción de fondo. No dio más datos, añadiendo que todo se explicará en su momento.

Esto, a decir verdad, suena mejor. Aquí ya no estamos en condiciones de aplicar un retoque por aquí, un cambio por allí. Aquí hay que tener la valentía de replantear las cosas desde los cimientos, porque estamos dilapidando dinero en toda la estructura, en todas las funciones. No sé de qué tipo de reorganización está hablando el vicepresidente, pero hay ejemplos de sobra de lo que no se puede mantener ni un día más.
Veamos: es evidente no podemos tener un Institut de Afers Socials en el Consell de Mallorca y una Conselleria de Bienestar Social en el Govern (aunque integrada en Sanidad, con todo el mismo equipo que tenía cuando era independiente), con residencias de ancianos del Govern y del Consell, con controles de unos y de otros; no podemos tener un área de Deportes en el Consell, otra en el ayuntamiento y otra en el Govern (cada una con sus polideportivos, sus tarjetas de usuarios, sus modelos de trabajo) (podríamos también sumar el departamento correspondiente de la UIB, que financiamos los mismos); no podemos tener un órgano que gestione el transporte por buses fuera de Palma, con sus tarjetas, sus sistemas tarifarios, sus sistema de billetes, y otro, por cierto más eficiente, de la EMT, para Palma; no podemos tener tantas áreas de Cultura como instituciones, unos con su Lonja, otros con su Sollerich, otros con su Baluart, otros con su Museo de Mallorca y todos con sus equipos gestores. Y no hablemos de la lengua, de la mujer y la igualdad, de la atención al ciudadano, de los servicios informáticos todos duplicados y triplicados,
etcétera.

Cada una de estas áreas duplica o triplica sus asesores, sus estudios y análisis, sus planes directores, sus coches
oficiales, sus equipos directivos, sus cenas de trabajo, sus retiros para reflexionar en hoteles bien situados, sus viajes para contactar con colegas, etcétera. Todo, al final, converge en la cuenta corriente ardiente de nuestras
instituciones, que ya no da para más.

Por lo tanto, si el vicepresidente sugiere que no habrá retoques, sino cirugía profunda, estamos empezando a entendernos. Si no, probablemente volveremos a escuchar las mismas promesas vacías, para en
febrero de 2013 volver a comprobar que, de nuevo, no hemos podido reducir nuestro déficit.

Luego deberían empezar a pensar en reactivar la economía, en fomentar el empleo, en dinamizar la sociedad. Pero eso vendrá ya para el 2015, que ahora estamos muy liados en aclararnos.

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