Y ahora resulta que el "informe fantasma" no contenía imputaciones directas contra Artur Mas. Esta campaña electoral hacia del 25-N en Catalunya es la más sucia que recuerdo. Todo lo que ha envuelto al famoso "borrador" y los "informes fantasma" entran dentro del terreno de lo mafioso y, desde luego, rompen con algunas de las bases del Estado de Derecho que creíamos que teníamos para protegernos.
Al margen de si ha acabado beneficiando a la campaña de CiU en estas elecciones, me fijaré en un sólo apartado, del que veo que no se ha hablado nada.
Me pregunto: Si la Junta Electoral tiene ojos, oídos y manos para suspender en 12 horas una videocampaña de la Generalitat de incentivación al voto, o para paralizar una inaugutración en plena campaña, ¿Dónde ha estado durante los últimos diez días?
¿Dónde está la Junta electoral? ¿Dónde está? ¿No ha tenido ojos, oídos y manos para reaccionar?
En un Estado de Derecho se nos dota de herramientas (se supone) y una Junta Electoral lo es. Sigo sin entender su silencio ante la aparición de un borrador de un informe ¿policial? contra Artur Mas y Jordi Pujol. Una aparición en plena campaña. Con un Ministro del Interior (y todo su Gobierno) acusando sin dudar de la veracidad del supuesto informe. Un informe del que el ministro ¿no sabía? nada.
Si la jugada era dar a conocer que Mas tiene cuentas secretas en Suiza, lo más efectivo hubiera sido dejarle ganar las elecciones y el día de la toma de posesión como presidente de la Generalitat soltar el "bombazo". ¿O el objetivo era otro?
Entonces, a la Junta Electoral.
Y encima, el "informe" no contiene imputaciones directas.
Me faltan dimisiones.
