…conocido artísticamente con el pseudónimo de Teo256 definición que utiliza en honor a su padre que era taxista y que falleció siendo muy joven y del que guarda muchos recuerdos.
De niño ya practicaba con los pinceles sobre inocentes lienzos aunque a medida que avanzaba el tiempo pesaba más su capacidad como estudiante y en casa se decidió por lo pragmático; Ingeniería superior Informática, a lo que una vez acabados los estudios se dedicó profesionalmente durante unos años.
Por sus venas corrían esas diosas descendientes de la mitología grecolatina que le ataban a sus sentimientos más profundos. Sin abandonar su labor fue a clases de dibujo para perfeccionar la técnica, seguía visitando exposiciones, experimentaba y gravitaba con óleos, barros, resinas y otros elementos, lo que le llevó a abandonar aquel distinguido empleo.
En su nuevo principio llegó al arte a través del tatuaje. Se propuso alterar aquellos métodos que se plasman sobre piel humana y apostar por lo que te dicta tu ingenio creando dimensiones propias.
El primer tatuaje lo cristalizó sobre su pecho. Una locomotora en la que se suben todos sus seres queridos.
En ese tiempo había realizado numerosos viajes alrededor del mundo y fue al regresar a Mallorca, cuando se analizó interiormente y llegó a un acuerdo con su alma.
Eran tantos los proyectos que estaban esparcidos a su alrededor que sin dejar la prestación del tatuaje se aventuró a enfrentarse a un lienzo en blanco.
¿Y ahora qué?
Ya han pasado unos años, aunque aquella sensación de plantarte ante una tela en blanco sigue imponiendo respeto. Soy de las personas que piensan que las enseñanzas no acaban nunca y soy muy exigente con mis trabajos artísticos.
¿Cómo creador, se considera más devoto o más anárquico?
No hay duda por mi parte, más anárquico que no por ello desorganizado, ni indiferente, pero practico más la obediencia a mis instintos y a mi espíritu.
¿Si nos miramos en el espejo vemos lo que queremos ver o nos abruma el peso de esta actualidad enfrascada en una pandemia y en centenares de inciertas consecuencias?
Me miro en el espejo y siempre me veo joven, optimista. Es cierto que esta incertidumbre nos afecta. Es como una especie de bruma que no permite vislumbrar cual puede ser nuestro futuro. Aún así, soy de los que opinan que no podemos parar de motivarnos, de empujar, de aspirar continuamente a superar metas.
¿En alguna ocasión ha tenido ganas de mandarlo todo a otro geriátrico?
Sí, de hecho rompí con todo. Dejé atrás mi profesión de ingeniero superior de informática, monté una academia, me metí en negocios de hostelería y restauración, trabajé como entrenador personal y un día me paré en seco para cambiar de rumbo. Fue un tiempo también de muchos viajes con la mochila a la espalda.
En esa época estaba convencido de que necesitaba crear y comencé a probar de realizar tatuajes. El primero lo materialicé sobre mi pecho y posteriormente vinieron otros y otros y muchos más.
No sé si lo consigo, pero a través de ese dibujo que se extiende sobre un lugar determinado de la dermis de alguien, yo intento expresar mis emociones artísticas.
Sé que le apasiona viajar y que por ello ha recorrido parte de los cinco continentes ¿Existe algún lugar de los que ha visitado que haya influido en usted o en su obra?
De todos los viajes he aprendido algo y me imagino que influyen en mi inconsciente. En cierta ocasión estuve 45 días en Argentina y siete de ellos, complemente solo. Me perdí en lugares olvidados, compartí momentos irrepetibles con aquellas gentes desconocidas con las que jamás hubiera pensado hablar de tantas cosas.
Aunque de cuantos lugares he visitado me quedó con Berlín. Tengo predilección por la historia de esta ciudad. La he visitado en ocho ocasiones y cada vez que voy se repite la misma satisfacción interior al percibir su energía y la de sus habitantes.
Mateo es un ser reflexivo, quizá por eso parte de su trayectoria artística gira en torno a la observación y sus obras clasificadas como series, responden a capítulos o a historias completas que se recrean en su interior.
¿Qué pretende darnos a entender?
Pondré como ejemplo mi proyecto 3SP (stories, sketchs, skins, papers), una fusión entre el tatuaje y la obra plástica. Sobre un lienzo me permito la libertad de narrar la misma historia que esbozo sobre un cuerpo. Dos mensajes interpretados en soportes diferentes, con el mismo significado, Una mitad quedará quieta y la otra caminará.
Seguiré con la serie; Movimiento, texturas y color, en la que defino la manera de comunicarnos con un roce, un gesto, un aroma, una mirada. En este caso utilizo la danza como pretexto. Armoniosos y sinuosos movimientos humanos envueltos entre los orígenes de mis colores y tenues texturas.
Y acabaré con: Las grumis, una serie influenciada en su totalidad por mi reencuentro con una Mallorca que a medida que iba redescubriendo, me emocionaba con tantos recuerdos. Principalmente por mi afición al mar y a sus fondos marinos.
Un ser bello y al tiempo agresivo como la medusa protagoniza parte de este trabajo estético en el que de manera antagónica pretendo una escena serena y calma.
Junto a otras personas eres el creador de Inkartela un proyecto que se define a sí mismo como plataforma de difusión y promoción de artistas. Hacéis uso de las redes sociales para difundir la creación de actividades muy diversas, eventos, exposiciones, colectivas o individuales y vuestra especialidad; camisetas. ¿Simples camisetas?
No, no son simples camisetas. Inkartela es un concepto artístico de exclusividades. En este caso las camisetas son intervenidas por un artista que las personaliza y solo salen a la venta 50 unidades. Son piezas únicas y le ponemos mucho afecto y nos esmeramos en que la tela y la impresión sean de máxima calidad y estén a la altura de la firma y de la sensibilidad de este proyecto.
En breves apuntes nos deja testimonio de sus viajes, de algunos de sus trabajos, pero para conocer mejor a Mateo también hay que saber que es un selecto conocedor de la gastronomía. Que cuando produce arte, siempre lo hace acompañado de música, preferiblemente clásica. Que reconoce estar influenciado por una diversidad de pequeños detalles, pero no idolatra a nadie en concreto. Un poco de aquí y un poco de allá. Que le agrada escuchar, observar y analizar y que valora la amistad como un todo.
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Los dientes y las guardas del paletón de una llave tienen que estar en perfectas condiciones para abrir una puerta, pero en el arte se puede improvisar y conseguir resultados extraordinarios. Hay que saber desalar sin llegar al toque perfecto. El trabajo constante tiene que dejar espacio a la inspiración que está en contacto permanente con la piel y no hace falta que venga con la divinidad debajo del brazo. Hay que divorciarse de la geografía establecida y trazar nuevas descripciones. Mateo Femenia y su batallón de aguda ingeniería han puesto “fill a l’agulla”.