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Ángeles Cereceda o cuando el cielo nos mancha de pintura
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Ángeles Cereceda o cuando el cielo nos mancha de pintura

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Había amanecido un día invierno bajo un sol radiante y la visita de esta semana nos iba a llevar a la casa de la artista Ángeles Cereceda dónde tiene su estudio taller. Rodeada de árboles frutales y jardines, en la tranquila zona de La Bonanova.

Ángeles Cereceda Martínez nace en Santander el 12 de diciembre de 1962. Su madre Fernanda se dedicaba a las labores de casa y su afición por el dibujo fue influyente en el interés de Ángeles, su padre Francisco trabajaba como banquero y cada poco tiempo le desplazaban de una ciudad a otra. Del matrimonio nacieron cinco hijos. No guarda recuerdos de Santander porque cuando solo tenía dos años, la familia tuvo que desplazarse a La Coruña y allí vivió hasta los seis y rememora las buenas sensaciones del primer colegio y el placer de jugar en la playa.

En las emisoras de radio sonaba la canción; “Breaking up is hard to do” de Neil Sedaka y en ese mismo 1962 nacían, Jon Bon Jovi, Tom Cruise, Isabel Coixet, Ferrán Adrià, Jodie Foster, Axl Rose y el artista japonés Takashi Murakami. Dejaban esta dimensión, Marilyn Monroe y Herman Hesse, se fundaba en Londres la banda Rolling Stones, Ringo Starr se unía a The Beatles, el expresionismo abstracto de Pollock, De Kooning y Rothko estaba en su pleno apogeo.

Ese sería un año de grandes estrenos de películas; Dulce pájaro de juventud, Matar a un ruiseñor, Lawrence de Arabia, ¿Qué fue de Baby Jane?, El cabo del terror, entre otros interesantes títulos.

¿Y usted qué hacía por aquel entonces?

Me situaré en mis siete años cuando el siguiente destino de mi padre sería la ciudad de Cáceres de la que me sigue impresionando la belleza histórica del lugar. Estuvimos allí y en Badajoz hasta que cumplí los catorce. El colegio tuvo un efecto agradable en mí y me encantaba pasear por el casco antiguo de la ciudad de Cáceres es uno de los más hermosos de España. De ese tiempo todavía tengo amigas y amigos.

Cáceres sigue conservando vestigios de las distintas culturas que por allí pasaron. La fundaron los romanos y su arquitectura de ciudad monumental gótica y renacentista resplandece en sus medievales calles adoquinadas. Rodeada de una muralla del siglo XII y protegida por cerca de treinta torres de vigilancia.

Recuerdo que en las fiestas de Navidad aprovechábamos para contactar con la familia de Santander. Había que pedir conferencia para poder hablar. Levantabas el auricular del teléfono y desde una centralita te atendía una señorita que te proporcionaba la comunicación.

Era el tiempo del yo-yo, de la irrupción de la muñeca Nancy con sus vestidos, complementos y mobiliario, Telesketch, Juegos Reuinidos Geyper y de las series de televisión, Los Picapiedra, La familia Monster, el concurso Cesta y Puntos, Galas del sábado, Centro Médico y Los chiripitifláuticos.

Hubo una época en la que sentía un profundo desarraigo provocado por los continuos cambios de hogar. Cuando te habías acostumbrado a un pueblo o ciudad, hacías las maletas para partir de nuevo y volver a vivir la experiencia de dejar a tus recientes amistades y costumbres. Pero aprendí a convertir lo negativo en positivo. Yo era una persona muy observadora. Íbamos a misa y me recorría el espacio de una punta a otra con la vista, sabía cómo estaban colocados los objetos y me fijaba en la gente. Tenía mucha imaginación y construía la historia de sus vidas. Sabía distraerme.

En 1978 un nuevo destino para la familia; Mallorca.

Mis primeros días en Mallorca se sitúan en la época adolescente en la que se produce un cambio traumático por diversos motivos, biológicos, sociales, psicológicos, surgen eternas preguntas y descubres tu planeta interior. Yo seguía siendo una persona muy observadora, pero tenía un carácter tímido, algo introvertido y a veces ensimismado. Como ya he comentado sabía aprovechar la energía y salía adelante porque era activa y de mis cuentas internas eliminaba las restas. Dibujaba muy bien y lo decían los comentarios, aunque no era consciente de aquella facilidad por las manualidades que surgía de la naturalidad. Fíjate que no me gustaba la enseñanza, consideraba el sistema educativo un fracaso y no pensaba ni por asomo que un día podría dedicarme a pintar. Fue cuando acabé bachiller que empecé a planteármelo.

Para Ángeles el colegio era un aburrimiento y al finalizar bachiller planteó a sus padres su intención de inscribirse en la Escuela de Artes y Oficios de Palma y durante dos años tuvo como profesor a Joan Gibert. En la actualidad es la Escola Superior de Disseny de Balears.

Aquella fue una experiencia determinante. Posteriormente fui con mis padres a una exposición del artista Joaquín (Xim) Torrents Lladó y mi padre aprovecho para conversar con él y exponerle mis dotes. Tras consultarme me aconsejó apuntarme en la Escuela Libre del Mediterráneo dirigida por Torrents. Fui alumna, modelo, profesora, y cuando él murió directora por un tiempo. Fue una instrucción productiva, aprendí mucho de aquel hombre, perfeccionando el dibujo, con carboncillo, o lápiz, pero también con el óleo, la acuarela y el pastel. Su forma de enseñar potenció el tema técnico, a contracorriente de las costumbres y de las demás academias. Gran pintor, maestro, artista, exigente, efectivo y eficaz.

Unos apuntes curiosos que hacen referencia a otros 12 de diciembre: 1901, Marconi consigue la primera comunicación radiofónica trasatlántica. 1863, nace el pintor noruego Edvard Munch. 1915, nace el cantante y actor Frank Sinatra. 1967, Fallece el pintor mallorquín Dionís Bennàssar y en 2007, lo hace Josep Guinovart.

¿Qué ha obtenido por dedicarse a la pintura?

En realidad lo definiría así de simple y contundente; todo.

Precisamente lo he notado más en esta época de restricciones, estoy convencida de que no sabría hacer otra cosa. Repercute en la manera de observar, en tus planteamientos, en la disciplina, en la auto-exigencia, en las señales que recibes al percibir la luz, y eso ocurre con la pintura.

Tras una hora y media de entrevista y fotografía que ha transcurrido en una ambiente cordial y de empatía, llega el momento de hacer un breve receso y por unos segundos mientras nos acomodamos en torno a la mesa del comedor, aparece la esbelta y grácil figura de Ángeles con unas tazas de café. Su comentario referente al sol hace que Francisca sugiera unas fotos en la terraza y tras el último sorbo continuamos…

Le agrada poco analizar sus creaciones.

Sí, mi lenguaje es la manera de expresarme. No me divierte tener que añadir una narrativa que se puede leer en mis pinturas. Hay una parte de intuición en la consecución de una pieza y ese proceso es emocionalmente único, es cuanto me atrevo a describir. Sí que es cierto que cuando acabo me siento insatisfecha y doy inicio con otra mancha sobre una nueva tela y así una y otra vez. Las sacas del estudio y las cuelgas en la galería en donde pierden la intimidad y cobran otra dimensión ante la mirada del espectador.

¿Qué ha cambiado a los largo de los años en su capacidad pictórica?

La ingenuidad, hice cosas que ahora no pintaría y menos de la manera en que lo planteé, ni tan siquiera la selección del tema. He aprendido a pintar con libertad y a dominar las situaciones complejas, la experiencia hace que adquieras conocimiento y añadiría osadía.

Su primer estudio lo tuvo en 1988 en la calle Morey de Palma. En 1990 su primera exposición en las Galerías Costa. En 1995 se interesa por las técnicas de grabado y 1996 participa en la exposición “Etsen in Mallorca” del Frans Masereel Centrum de Bélgica. En 1997 da inicio a sus numerosas muestras en Japón. En 2004 nace su hijo Gonzalo. En 2014 el Consell de Mallorca nombra a Rafa Nadal Hijo Predilecto y encarga su retrato a Ángeles Cereceda.

En la vida de cada persona se producen momentos únicos…

Para mí hay más de uno, pero si en mi carrera profesional destaca el día de la primera exposición por aquello de mostrarte por primera vez en sociedad y destacaría la mayoría de mis viajes, sin duda el momento más trascendente de mi vida fue el nacimiento de mi hijo Gonzalo en 2004. Con mi profesión no estaba acostumbrada a movilizar nada y con la llegada de mi hijo cambio mi vida por completo. Como madre tenía clara la dependencia, un niño necesita atención y un artista soledad. Aquel vínculo incomparable a ningún otro ocupaba ahora mi tiempo.

Ha nombrado la palabra viajes. Acompáñeme con la memoria…

Mi primer viaje a Japón me recordó la película Lost in translation de Bill Murray y Scarlet Johanson, fue impactante en cuanto a sensaciones. Me impresionó la gente, las costumbres, el trato, la manera de trabajar, de vivir, descubrir aquella cultura diferente, te sientes como un marciano. Incluso el aroma es digno de estudio. Desde el 97 cada año he expuesto en diferentes ciudades del país Nipón, la pena es que se pierde mucho en las traducciones de los textos. He viajado a París, Londres, Nueva York, Berlín, Venecia por lo peculiar, estuve en Septiembre 2020 y apenas había gente, pude disfrutarla. Estuve en Roma y visitando la Fontana de Trevi no pude evitar emocionarme. Me gustaría algún día ir a África.

Desde que mostrase sus obras por primera vez en una exhibición pública, se ha convertido en una continua itinerantica por países de los cinco continentes. Una carrera profesional plena que le ha llevado por Florencia, Santander, Barcelona, Sevilla, Bruselas, Madrid, Valencia, Montecarlo, Texas, Tokio, Osaka, Kioto, Chiba, Sendai, Sapporo, Kobe, Nueva York, Palma, Tarragona, Niza y un largo etcétera de otros países. Y han sido numerosos los prestigiosos trabajos que a lo largo de su carrera ha ido desempeñando, como la realización durante quince días de un mural en acrílico en un despacho de Bruselas titulado “Parc Leopold” por encargo de Ana Palacio, ex ministra de Asuntos Exteriores.

¿A qué artistas pondría en una lista de imprescindibles?

Sería una lista muy larga, aunque Miguel Barceló y Antonio López estarían en los primeros puestos y destacaría a los actuales pintores rusos. A mí lo que más me gustado siempre es la pintura figurativa y también el retrato, una disciplina en la que admiro al pintor húngaro László. El retrato suele ser problemático, no olvidemos que es un trabajo por encargo. Cada artista tenemos nuestro estilo y eso a veces no se tiene en cuenta.

¿Qué otras cosas además de la plástica requieren de su atención?

Desde muy joven he sido muy aficionada a montar a caballo. Algunas de mis amistades pertenecen al entorno de la hípica. También la fotografía y el cine que menos ser actriz me llama la atención la labor de producción, de dirección, de vestuario, realización, lo que sea.

¿Qué proyectos tiene en mente?

La pandemia ha tirado algunos a pique. En la actualidad estoy haciendo retratos, uno de los trabajos más complejos por la incomprensión y a veces por parte de quienes hacen el encargo que vienen con una idea preconcebida. Pero no he parado de pintar. En el fondo para un pintor el estado de confinamiento es muy habitual, ya conocemos esa rutina en ese habitad de soledad y casi de aislamiento necesario. Eso sí, ahora es tiempo de superar la adversidad, pintar cuando crees que no vas a poder, cuando no te sientes bien, luchar y vencer obstáculos.

Me retengo frente unos reflejos en el agua y un ligero movimiento provoca una ola que con la punta de un lápiz se transforma en un hipodérmico recuerdo. Un pétalo de flor representado en una mancha oleosa, un conjunto de almendros esparcidos por la acuarela en el territorio de una tela virgen, presumidas esporas sobre musgos y helechos, nenúfares que cantan a coro por sus empíricos días de vida.

Ángeles, nos remite al origen de la naturaleza donde todavía nadie había adorado a otros dioses, ni se había inventado la mitología. Nos traslada a espacios del paraíso, a paisajes delirantes y de aromas lejanos, caminos silenciosos, acantilados honoríficos. Hados casi inaudibles que las ninfas utilizan para envolver nuestras auras.

Dábamos por concluida la que no iba a ser una entrevista más. Nos marchábamos con la satisfacción de haber compartido unas horas con un alma enriquecida en torno al arte y que no tan solo de sus pinceles se desprende una sublime belleza, también de sus palabras.

Para más información en Facebook: Angeles Cereceda Artista

Textos: Xisco Barceló Fotografías: Francisca Sampol

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