El encendido con humo de las torres de defensa y atalayas por los Derechos Humanos y la situación de los refugiados ha recorrido este mediodía medio centenar de puntos de toda Mallorca y ha completado el perímetro en 28 minutos.
A las 13 horas, se ha iniciado la segunda edición del proyecto "Torres de defensa por los derechos humanos", en el que han participado 52 puntos costeros del interior de la isla, desde torres de defensa y atalayas a castillos, santuarios, ermitas y campanarios de diferentes municipios, ha informado el Consell de Mallorca en un comunicado.
La jornada en defensa del patrimonio histórico y el carácter universal e inalienable de los derechos humanos, con la denuncia del drama que sufren los refugiados en el Mediterráneo ha comenzado con el encendido mediante humo de colores a las 13.00 horas y volverá a repetirse a las 18.15 horas, cuando la luz de las bengalas recorrerá la costa y el interior de Mallorca.
El protocolo se ha seguido escrupulosamente en todos los puntos participantes, que han comenzado con la lectura del manifiesto por parte del jefe de torre, antes del encendido de humo.
El primer encendido ha sido en la Torre de na Pòpia, en Sa Dragonera y a él se han ido sumando los otros 51 puntos situados en Llubí, Petra, María de la Salud, Sencelles, Binissalem, Muro, Algaida, Sineu, Marratxí, etc.
"Atalayas de Mallorca. Torres de defensa de los derechos humanos" ha vuelto a poner en marcha el sistema de comunicación costero ideado por el historiador y matemático, Joan Binimelis hace más de cuatro siglos. El humo ha recorrido el perímetro de la isla este mediodía en cuestión de 28 minutos.
A la iniciativa se ha sumado este año el Consell de Mallorca que ha unido esfuerzos con los impulsores del proyecto: el profesorado del IES Marratxí y la Sociedad Balear de Matemáticas. El carácter humanitario también ha recibido el apoyo de Amnistía Internacional y del Fondo Mallorquín de Solidaridad, así como la colaboración por seguridad de los Bomberos de Mallorca y del Servicio de Emergencias 112.
El manifiesto al que se ha dado lectura en los 52 puntos defiende la necesidad de mantener viva la reivindicación de la restauración del patrimonio arquitectónico así como, sobre todo, tener presente el drama que sufren los refugiados: "la cifra de víctimas mortales nos es desconocida queda hundida en las aguas del mar Mediterráneo".
Denuncia "las condiciones de esclavitud a que son sometidas estas personas antes de iniciar su viaje incierto" así como el incumplimiento reiterado de los acuerdos por parte de los países miembros de la UE: "no podemos, ni queremos, callar y mirar hacia otro lado ante esta situación de injusticia flagrante".
"La participación crece en cada edición de esta iniciativa", ha señalado el vicepresidente y conseller de Cultura, Patrimonio y Deportes, Francesc Miralles, quien considera que demuestra "la apuesta por un proyecto que reivindica el patrimonio histórico y que le da un nuevo significado: la defensa de los derechos humanos".
Numerosas autoridades han apoyado la iniciativa desde el Castillo de Bellver y el presidente del Consell, Miquel Ensenyat, lo ha seguido desde el campanario de Maria de la Salur, donde el sonido de las campanas se ha unido al humo de las torres y atalayas.
Esta tarde, a las 18.15 horas, se llevará a cabo el segundo encendido, en este caso con luz.