¿Qué hay más allá de los pensamientos? ¿Por qué tengo estos pensamientos? Y ¿cómo puede esto afectar a un deporte como el golf?
En nuestro día a día tenemos muchos pensamientos, algunos de los cuales somos conscientes y otros puede que no, pero la mayoría de veces sí que somos conscientes de lo que pensamos.
Escribir de pensamientos me lleva a hablar de la parte cognitiva de las personas. La cognición son los pensamientos, imágenes, sensaciones, etc.
Siempre que puedo me gusta explicar los conceptos de los que hablo mediante ejemplos, ya que creo que es mucho más comprensible para vosotros/as.
Hoy voy a poner el siguiente ejemplo:
Imaginemos que todos/as somos golfistas un día de torneo. Estamos en el hoyo uno a punto de empezar. El torneo empieza y así como van sucediendo los golpes veo que no estoy dejando ninguna bola en calle, lo cual dificulta después dejarla en Green.
Este ejemplo anterior seguramente nos generará varios pensamientos como pueden ser “no estoy jugando nada bien”, “no voy a pasar corte”, etc.
Y evidentemente estos pensamientos afectan cada vez más a nuestro rendimiento, al verse mermado por ellos. Pero, ¿por qué estos pensamientos?
Los pensamientos son respuestas cognitivas a diferentes estímulos, es decir, aparece un estímulo y se me genera un pensamiento.
Voy a desglosar un poco más el ejemplo para facilitaros la comprensión.
- Estímulo: tiramos la bola fuera de calle en el primer golpe del primer hoyo.
- Pensamiento (respuesta cognitiva): “hoy la cosa no va a ir muy bien”.
Pero estos pensamientos no salen de la nada, salen de la interpretación de la situación. La parte cognitiva tiene diferentes niveles: un nivel más superficial donde encontramos los pensamientos y un nivel más profundo donde encontramos las expectativas y las creencias rígidas.
Estas no son respuestas a un estímulo (lo son los pensamientos), sino que son estructuras más estables que afectan a la interpretación del estímulo y desencadenan los pensamientos.
Algunas veces el pensamiento-respuesta y la creencia es el mismo, pero no siempre es así. Muchas personas no somos conscientes de las creencias y las expectativas.
Sigamos con el ejemplo anterior para ayudar a comprender de lo que estoy hablando:
- Imaginaos que una creencia nuestra es “para ganar el torneo no puedo dejar ninguna bola fuera de calle”. Acordaos que en el ejemplo no dejábamos ninguna bola en calle, concreto más, en los 3-4 primeros hoyos todas las bolas me quedan fuera de calle. Esto nos va a desencadenar pensamientos como “no voy a hacer ningún birdie, no voy a pasar corte, no sirvo para esto, etc.”.
Si en la misma situación nuestra creencia fuera otra, los pensamientos que se me generarían serían totalmente diferentes.
Trabajar los pensamientos y las creencias (aunque resulta más costoso y complicado) es importante, ya que el rendimiento se ve afectado por estos.
Otro aspecto a tener en cuenta es que, si las expectativas se cumplen, las consecuencias inmediatas posteriores pueden no aparecer.
El problemas más inmediato y grande viene cuando estas no se cumplen, ya que puede llegar a afectar a otros aspectos psicológicos como la autoeficacia, la autoestima, la seguridad, la confianza, la motivación, etc. He dicho inmediatas porque habría que valorar si el cumplir las expectativas modifica ciertas creencias.
Además, puede afectar también a la confianza, de forma positiva, pero un exceso de confianza no es beneficioso para el rendimiento.
Marc Sansó Bauzà es psicólogo del Deporte