Marichalar evita coincidir con los Príncipes

La inauguración oficial de ARCO tiene todos los años cierta calidad de 'happening'. Una puesta en escena perfectamente trazada y perfectamente imprevista en la que el público es intérprete y audiencia a la vez. Y en el ojo de un huracán de fotógrafos y escoltas, Don Felipe y Doña Letizia dando comienzo a la 33ª edición de la feria de arte contemporáneo. Los Príncipes de Asturias han llegado al pabellón 7 de IFEMA a las doce del mediodía, y durante casi dos horas han recorrido algunas de las 219 galerías de esta edición.

Letizia Ortiz brilló en Arco con un trench en seda strech en tono arena con cristales en cuello y puños. Con el pelo recogido en un moño bajo, Doña Letizia llevaba un vestido en encaje de algodón en tono arena rosa y unos zapatos de ante borgoña.

Una vez en el pabellón 9 le han dedicado unos minutos a la galería Max Estrella, la francesa Chantal Crousel (con obras de José María Sicilia) y Oliva Arauna. En la primera de ellas se han detenido en la obra 'Coil', de Daniel Canogar, "a quien siguen desde hace años", ha señalado el galerista. También en una videoinstalación de Bill Viola, Howard, y dos obras de la serie 'Las palabras son demasiado concretas', de Eugenio Ampudia.

Su última parada sería la Galerie Peter Kilchmann de Suiza, donde les esperaba un retrato en aluminio de Angela Merkel, obra de Los Carpinteros. La pieza emula al rostro del Che colocado en la Plaza de la Revolución de La Habana, y vería pasar, minutos después de la visita real, a Jaime de Marichalar por el mismo pasillo. Las malas lenguas apuntan que el ex duque de Lugo evitó reencontrarse con la que fuera su familia política. Por su parte Simoneta Gómez no llegó a tiempo para saludar a su primo y a su esposa.