Defiende que lo más importante es tener la seguridad de haber encontrado una fórmula que pronuncie su personalidad como artista y en sus últimos pasos ha aflorado el instinto animal que algunos seres humanos llevamos dentro. Una parte primitiva que despliega la voz de las raíces, el cúmulo de experiencias que contagian a las células hipersensibles salen como escupiendo deseos. Nuestros sentidos se dan la mano y engrandecen su fuerza natural y espiritual, hacen que penetremos en la profundidad de las selvas interiores y viajemos en el tiempo a través de nuestros delirios. María Dolores Mateos, con su “One touch art” ya tiene la sensación de caminar sobre su propia cuerda.
Yo quería definir con un título mi manera de pintar y es por eso que después de darle vueltas surgió “One touch art (arte en un trazo)”. Procuro que mis piezas sean muy directas y que en un solo trazo se exprese mi convicción. Una pincelada debe coger el relevo de la anterior y describir el paso de la siguiente, pero en mi caso quiero que al mismo tiempo sean independientes, paralelas y que aún pareciendo indefendible quiero que se encuentren y que dejen entrever el fondo que las realza y de esta forma el espectador y su visión completarán y pondrán un final a cada obra.
Para llegar a estas conclusiones ¿por dónde has pasado?
Son muchas horas de laboratorio. Independientemente de los consejos de expertos, de los estudios, de las formalidades, cuando estás frente a una obra estás sola y solo tú debes escucharla y hablarle. En mi caso apuesto por la libertad y me dejo llevar, no me limito. En mis últimas creaciones utilizo fondos oscuros que para mi representan la rutina, el quehacer diario y aplico la movilidad mediante trazos de colores que ejercen de elementos enérgicos.
Es inevitable hablar de los efectos de la pandemia que nos ha recluido en casa. ¿Cómo defines ese tiempo?
No he dedicado a pintar más tiempo del que dedicaba antes del confinamiento, pero sí que personalmente me he percatado de un mayor sentimiento hacía los seres más queridos.
Su afición al arte viene de muchos años atrás y ha tenido que compartirla con su labor profesional que como experta en marketing sabe que le exige de gran parte de su tiempo diario y de mucha concentración. ¿Cómo se ha organizado para combinar una cosa con otra?
Mi atención por la pintura se despierta con tan solo siete años. En la adolescencia recibí clases de Julio Balaguer de quien aprendí conceptos fundamentales y fui probando con disciplinas diversas, figurativa, naif, abstracto y a medida que vas probando te sientes más atrevida y descubres que también debes ejercitar tus necesidades por tu cuenta. Es complejo, pero desde siempre intento romper alguna regla.
En algún momento el artista Joan Gibert también me asesoró sobre aspectos técnicos y fue muy interesante, al igual que las conversaciones de intercambio con amigos de la profesión.
Antes de su primera exposición individual, participó en numerosas colectivas y ha obtenido el reconocimiento de personas que se han interesado por su trabajo y que han adquirido obras para tener en sus casas. En ciudades como Roma, Estocolmo, Barcelona han podido contemplar algunas de sus colecciones.
Cuando empiezas te halaga que la gente te diga que lo que haces le llama la atención o que incluso hagan valoraciones. A medida que vas aprendiendo, analizas las adulaciones con más cautela. En cuanto a lo que supone exponer con otros artistas, pienso que es necesario en tus inicios ya que te sientes arropada y son esos más veteranos quienes te dan ánimos para preparar la tuya propia, tu primera exposición individual para la que debes sentirte muy segura.
Y así fue que por primera vez en Mallorca, presenté mi colección ”A mi manera” en el Hotel Innside Palma Bosque del Grupo Meliá. Quedé muy satisfecha con el resultado global, por la cantidad de visitantes, por los comentarios y por las críticas.
Para un futuro inmediato estás preparando un trabajo que simboliza continuidad con tus últimas telas, aunque el tema que has escogido nada tiene que ver con lo que hasta ahora conocemos de ti y si tiene que ver con tus orígenes familiares.
Creo que en algún momento de nuestras vidas acudimos a invocar nuestras raíces, nuestros recuerdos, por necesidad o por deseo. En este caso en concreto me refiero a la figura de mi padre que era un gran aficionado a los toros y yo he querido expresarme a través de mi estilo, con un homenaje a los toros indultados.
Hay muchos aspectos que destacan en este trabajo. La definición que anteriormente he apuntado. La de realizar fondos oscuros y sobre ellos esos trazos únicos. He profundizado con mi; One touch art y cada vez que doy por finalizada una de mis escenas, más noto que me acerco a lo quiero.
Fotografías y Vídeos: Tito López (Fotografías entrevista: Begoña Vila)