Marco Asensio

Cuentan que un día Serra Ferrer fue a ver un partido amistoso del juvenil del Mallorca y le espetó a uno de sus acompañantes: “Antes de que acabe la temporada ese chico estará debutando en Segunda División”. Ese al que el ejecutivo de Sa Pobla señalaba era Marco Asensio, que por aquel entonces ya destacaba como jugador de segundo año. Poco después, el imberbe ya despuntaba con los mayores.

Ahora, un año y pico más tarde y todavía en edad juvenil, cada estornudo suyo supone un resfriado del Mallorca. Ahora mismo es un tipo imprescindible, por más que su DNI diga que hasta hace poco creía en los Reyes Magos.

El Mallorca tiene algo más de cuajo que a principio de temporada, pero es evidente que sin la magia de su mejor jugador todo es más previsible. Por eso hay que empezar a pensar en un horizonte sin Asensio, porque nadie duda que el futbolista saldrá del club en enero. Karpin debe buscar la manera de sobrevivir sin él, y ese es ahora su principal reto. Complicado, por cierto.