El director general de IB3, Andreu Manresa, cumpliendo escrupulosamente los mandamientos de su poco disimulado comisariado político, 'renunció' a un debate cara a cara entre las dos únicas candidatas al Parlament con posibilidades de ser investidas como presidentas tras los comicios del próximo 28 de mayo, Francina Armengol y Marga Prohens.
La 'renuncia' se camufla -pues duele reconocer la verdad- de cumplimiento de los mandatos de la Junta Electoral, que supuestamente protege el derecho de los grupos minoritarios a participar en los debates. No sabemos si en todos, o solo en algunos.
El interés periodístico en conocer las propuestas de Ciudadanos, Vox, Pi, Podemos o Més -partidos que jamás encabezarán un Govern y que, por ello, pueden prometer y mentir a su antojo ante las cámaras, porque nada tienen que perder- se antepone al de ofrecer a la ciudadanía un debate entre quienes realmente pueden dirigir el próximo ejecutivo. Por lo visto, a tenor de la versión del Director General de IB3, la Junta Electoral suple ahora las funciones del consejo asesor de la televisión pública. Funcionarios de Justicia metidos a periodistas, descojonándose a mandíbula batiente del artículo 20 de la Constitución. Prodigioso.
Por cierto, me pregunto qué ha cambiado en nuestra legislación electoral para que en 2011 sí fuera posible un debate Antich-Bauzá y ahora la opción del cara a cara Armengol-Prohens esté completamente vetada.
Manresa, cuyo futuro depende de la reedición del Pacte, pertenece a aquella generación de plumillas que pontificaba desde El País -atalaya moral de la izquierda española-, cuando dicho rotativo presumía de ser referente de la modernidad periodística progre y no un planfleto de partido al servicio del sanchismo como es actualmente.
Todo este asunto me trae a la memoria -vaya usted a saber por qué- el famoso adagio, falsamente atribuido al genial Mark Twain, de "no dejes que la realidad te estropee una buena noticia", fácilmente parafraseable en el caso que nos ocupa.
Incluso cuentan los mentideros que no ha sido Armengol la que ha puesto trabas al duelo de candidatas, sino el propio Manresa, lo que acentúa el carácter de guardián de las esencias del esforzado propagandista felanitxer.
Pero quizás la razón sea más prosaica. Pudiera ser que IB3 no dispusiera de filtros adecuados para que Armengol aparezca en pantalla con el lozano aspecto de su famoso cartel. Eso, o que Manresa se resiste a reconocer opciones de alternancia gubernamental a Marga Prohens, que todo pudiera ser.