La primera vez que el conjunto barralet jugó el tercer trofeo nacional por importancia fue en verano de 1998. El
FC Barcelona fue el rival.
La ida se disputó el 18 de agosto ante 12.000 espectadores en el añorado Luis Sitjar tan sólo cuatro meses después de la final copera que ambos conjuntos protagonizaron en Mestalla. Aquella noche de verano, hasta seis jugadores locales debutaron oficialmente formando parte del once titular: Lauren, Siviero, Miquel Soler, Ibagaza, Dani y 'Chupa' López.
Por otra parte, en el bando de unos blaugranas que vistieron de naranja, destacó la presencia de un joven del filial que estrenaba con el primer equipo: un tal Xavi Hernández. Curiosamente, el imberbe centrocampista se debutaba en el mismo escenario (y ante el mismo rival) que Diego Armando Maradona en 1982. Además, Van Gaal dispuso a Reiziger como central, dejando en el banco a Abelardo. Por cierto, fue el primer partido oficial con cuatro árbitros y con las tablillas para mostrar el tiempo añadido en cada una de las partes.
Pasado el primer cuarto, el incluido en 2020 por la revista 'France Football' en el mejor once de todos los tiempos celebró su puesta en escena con un golazo al culminar una jugada de estrategia en un saque de esquina. Antes del descanso, el colegiado andaluz López Nieto despertó a la grada cuando perdonó la segunda amarilla a Roger por una clara mano.
Tras el paso por los vestuarios, los locales arrollaron a unos 'culés' que no chutaron entre los tres palos durante el segundo acto. Al borde de la hora de juego, Dani plasmó el dominio balear con la diana del empate tras ganarle la posición al exmallorquinista Miquel Àngel Nadal en un centro de Lauren .
Más tarde, en concreto a falta de nueve minutos para el final, Jovan Stankovic se resarció (en parte) del penalti errado en Mestalla firmando el tanto del triunfo en un libre directo que desvió 'Chichi' Soler desde la barrera. La victoria, la primera de Cúper ante el FC Barcelona tras cuatro partidos, pudo haber sido incluso más holgada pero Hesp lo impidió.
EL PRIMER TROFEO
En la vuelta celebrada en el Camp Nou, los bermellones -aquella velada vestidos totalmente de blanco- estuvieron a punto de cobrar ventaja tras un remate del 'Chupa' López que entre Hesp y Roger acertaron a despejar sobre la línea de gol. En el 19, Rivaldo probó fortuna con libre directo que se marchó por encima del larguero y uno después, un defensa balear rechazó un disparo desde la frontal del futuro Balón de Oro brasileño.
Al filo de la media hora, llegó la jugada clave del envite. Un preciso centro desde la izquierda que Dani García Lara empujó a la red con un tremendo testarazo ante la pasividad de Nadal y Reiziger. Una diana que dejó tocado a unos catalanes que no ganaban un partido oficial desde abril.
Sin ideas, los locales tan sólo volvieron a inquietar a Roa durante el primer acto con un tiro lejano de Giovanni que el arquero argentino desvió a córner. Tras el descanso, Van Gaal dio entrada a Óscar y al futuro entrenador mallorquinista Sergi Barjuan en detrimento de Zenden y Roger. Durante el primer tramo, Luis Enrique dispuso de dos ocasiones para empatar. En la primera, el asturiano conectó un testarazo que salió fuera mientras en la segunda fue incapaz de aprovechar un rechazo de Roa después de un chut de Òscar.
A falta de once para el final, Hesp impidió el segundo tanto de Dani realizando una gran intervención como respuesta a un cabezazo del catalán tras un pase de 'Chichi' Soler. El Barça, por su parte, malgastó su última opción en el minuto 87 con un libre directo ejecutado por Rivaldo que se fue desviado.
Con el pitido final, el público expresó su descontento con una pañolada acompañada por una sonora pitada. Luego, el capitán 'Chichi' Soler, recibió el trofeo a pie de campo de manos del presidente de la REF, Ángel María Villar, y ante la resignada mirada de los jugadores azulgranas. Después llegaría la vuelta olímpica ante unas gradas ya totalmente vacías.
LA SEGUNDA SUPERCOPA
La apasionante temporada 2003/04 dio comienzo en agosto con la disputa de la Supercopa de España ante el campeón de Liga, el Real Madrid. Un duelo que levantó una gran expectación. No en vano, el RCD Mallorca era por aquel entonces 'La Bestia Negra' de los merengues. El partido de ida tuvo lugar el domingo 24 de agosto en un abarrotado Son Moix y con la presencia en el palco del rey Juan Carlos.
En el minuto 18, Luis Figo -uno de los tres Balones de Oro de los 'merengues' junto a Zidane y Ronaldo- avanzó a los visitantes. Un tanto que entonó a los de rojo y negro, conscientes de que una derrota sepultaría las opciones de levantar la Supercopa por segunda vez. Entonces, las ocasiones se sucedieron pero Iker Casillas y la falta de puntería impidieron el empate. Hasta que en el tiempo de descuento del primer acto, el ex del PSV Eindhoven Arnold Bruggink hizo justicia. Era el 1-1.
Tras el descanso, los de Pacheco cobraron ventaja en el minuto 48 gracias a la diana de Samuel Eto'o. Otro tanto más del camerunés ante el equipo que le despreció. Y es que frente a los de blanco, el africano siempre estaba especialmente motivado. Los baleares pudieron aumentar distancias pero malgastaron numerosas buenas opciones en la que hasta hoy, es la única final oficial disputada en los años que llevamos como inquilinos de Son Moix. Por otra parte, señalar que Stankovic volvió a vestirse de rojo después de sus experiencias en Marsella y Madrid. Además, Nagore y Jesús Perera disfrutaron de sus primeros minutos como mallorquinistas mientras que Ibagaza se despidió de su afición tras apalabrar su pase al Atletico de Madrid.
LA VUELTA EN CHAMARTÍN
El choque de vuelta se llevó a cabo tan sólo tres días después de la ida en un Santiago Bernabéu que registró poco más de media entrada. A pesar del poco tiempo de descanso, el técnico luso del RCD Mallorca repitió el mismo once. En el otro bando su compatriota, Carlos Queiroz, tan sólo modificó una ficha: Raúl Bravo por Paco Pavón.
En el minuto 44, llegó la jugada clave cuando un disparo de Zidane fue mal despejado por Leo Franco. El rechazo del cancerbero argentino fue a parar a los pies de Roberto Carlos que cedió el esférico a Raúl para anotar uno de esos goles llamados psicológicos. Un tanto que nunca debió subir al marcador ya que el madrileño estaba en clara posición de fuera de juego.
La diana de los locales cambió los planes de los baleares ya que obligaba a marcar y por lo tanto, a adelantar sus líneas. En el minuto 52, el brasileño Ronaldo sacó partido de la pasividad de la zaga isleña para apuntarse el 2-0 con un tremendo latigazo tras una asistencia de Luis Figo. Un tanto que en parte, no alteraba el guión diseñado en el vestuario, puesto que un gol forzaba a la prórroga. Y oportunidades, no faltaron. Iker Casillas se volvió a convertir en 'Santo' desbaratando, una a una, las claras llegadas de los bermellones. Entre ellas, un libre directo ejecutado por Campano, una vaselina de Ibagaza, un remate de cabeza del central Fernando Niño y otro a bocajarro de Stankovic. Cuatro paradas que resultaron determinantes.
Lamentablemente, y cuando más cerca parecía el gol que llevaría al tiempo extra, fueron los blancos quienes respiraron aliviados cuando en el minuto 73, un pase de Ronaldo fue aprovechado por David Beckham para sentenciar la final con un testarazo ante la desafortunada salida de Leo Franco. Fue el primer gol (y título) del británico con un Real Madrid que aquella noche se adjudicó su séptima Supercopa de España.