A quien corresponda y en todo caso, con mis mayores respetos Señor Conseller, mi tocayo Martines de los Martínez de toda la vía. Permita que le aconseje, que para atajar bien el carnaval de Punta Ballena, no sólo se hace en Magalluf, no, que va. Allí algo se puede hacer, pero no dude, ni dudamos, que los vendedores de alcoholes y otras pestilencias metílicas, nada más se den la vuelta los inspectores, seguirán en sus centros de distribución y desmadre, organizando al mando de los que les mandan. Aquí el infierno está servido y no hay vuelta atrás. Pueden investigar, multar hundir la flota de los party boats y otras organizaciones que recalan aquí. Volverán a surgir como medusas . Hay que ir allí, al lugar donde se crían y distribuyen las genialidades. Hay que apuntar a la cabeza.
Señor Conseller del ramo, coja el rábano por la hojas e inicie la campaña cortando el césped en su territorio, en el lugar donde se oferta y se vende el Mallorca mamading, es decir en la Gran Bretaña. Allí está el inicio y el final, ahí crece el capullo donde se origina este mal para nuestro turismo, cuyos depósitos o deposiciones recaen aquí. Es en el país donde habitan los hijos de la gran bretaña donde hay que acudir, cerrándoles el paso a su especulación y desbarajuste. Que se lleven a sus niñatos a nadar al Támesis o a la Plaza Roja de Moscú, pero aquí, no necesitamos que nos organicen la diversión, porque ya estamos suficientemente divertidos.
Por otra parte, creo que a su Graciosa Majestad, no le hará puñetera gracia que sus súbditos más tiernos, se tiren de cabeza al hormigón de la piscina de Magalluf city, o copulen y eyaculen cuando calienta el sol en la playa ante cientos de niños que nadan cerca. Ha ocurrido y lo hemos visto estos días en las mejores pantallas y plataformas publicitarias y no sólo de este país.
La mierda huele y los estercoleros -sobre todo los que nos quieren mal- dan de comer así a sus gallinas que son muchas y variadas, añadiendo más clientes a la saca y haciéndonos una publicidad horrorosa.
No sé si lo he leído, lo he soñado o me lo han contado mal, pero dicen las crónicas, que los “Bobbies”-policía británica- patrullará en Magalluf el próximo verano con nuestras fuerzas del orden, con el fin de que los británicos que se desmadren les hagan caso. Por lo menos les entenderán mejor porque yo no lo entiendo.
Bueno; hay que erradicar este asqueroso e infecto agujero en donde nace y va tomando forma una monstruosa clase de... turismo. Limitemos el todo incluido, sobre todo rutas salvajes, mamadas, alcohol a gogó, juergas, desmadre de todo tipo y final feliz con balconadas. Toda esta mierda no incluirla en el paquete que después huele por todo el mundo.
