Mala educación digital

“Uno de cada cuatro españoles es adicto a su smartphone”. Esta noticia, recogida esta semana por mallorcadiario.com ya no sorprende a nadie. Más de uno ha sentido vergüenza ante una imagen viral en la que se muestra a una docena de adolescentes prefieren estar navegando con su móvil a contemplar en persona la Ronda de noche de Rembrandt.

Las redes sociales se han convertido en un entorno de comunicación y expresión preeminente. Probablemente, durante el día contactamos con más personas vía whatsapp o facebook que no cara a cara o hablando por teléfono.

Estos canales de comunicación se han convertido en una extensión de nuestro propio hacer, y, como no, de la mala educación de, por desgracia, muchos. El whatsapp -red social que cuenta en la actualidad con 500 millones de usuarios en todo el mundo- ocupa uno de los primeros puestos en cuanto a la visibilidad de esta mala educación.

Para guardarse de aquel que acribilla a mensajes, existe la opción de bloquear un contacto. Aunque, en más de una ocasión, aquel que acribilla mensajes es porque no le dan respuesta. Por tanto, también nos encontramos con algún especimen que se olvida de contestar a los mensajes dejando la duda de si el silencio es positivo o negativo. Uno llega a echar de menos el mallorquín “te diré coses” cuando ve que quien está al otro lado, a pesar de estar ‘en línea’ ignora a propósito nuestro requerimiento.

Los grupos de whatsapp tienen dos vertientes de mala educación. La primera es cuando te añaden a un grupo que ni te va ni te viene con un gran número de desconocidos y empiezas a verte acribillado de mensajes que te traen al pairo antes de que hayas podido silenciarlo o salir del mismo. La segunda es cuando, alguien se da de baja de un grupo sin ni siquiera decir adiós. Cuando alguien se da de baja a la francesa, el administrador se queda sin saber si es que no quiere participar de la fiesta o si ha tenido algún tipo de problema con el móvil.

Los virales también son merecedores de mención aparte. Hay que reconocer que hay algunos que nos ponen una buena sonrisa en la cara, pero hay otros que cansan un poquito. Me refiero a los virales del tipo “Si no reenvías este mensajes a 10 personas tendrás 7 años de mala suerte, y si lo reenvías tu riqueza será inmensa” que suelen ir acompañados de un hilarante “¡Funciona!”.