El candidato a la presidencia de Ecuador, Fernando Villavicencio, ha sido asesinado a tiros en un atentado tras finalizar un mitin en el marco de la campaña electoral en Quito.
El presidente Guillermo Lasso ha decretado el estado de excepción en todo el país por 60 días y ha movilizado a las Fuerzas Armadas para garantizar la seguridad y las elecciones del 20 de agosto.
El candidato asesinado, un crítico de la corrupción, fue tiroteado tras un mitin y falleció, mientras que otras personas resultaron heridas en el ataque. Las autoridades detuvieron a seis sospechosos en relación con el asesinato. Lasso describió el crimen como un acto terrorista y sugirió vínculos con el crimen organizado.
El presidente también anunció tres días de luto nacional en honor a Villavicencio y mantuvo la fecha de las elecciones según lo previsto. Villavicencio, un periodista de 59 años y exmiembro de la Asamblea, lideraba el movimiento "Es tiempo de valientes" y era un opositor al gobierno anterior.
Su asesinato ha causado gran conmoción en el país y ha tenido un impacto significativo en la campaña electoral, alterando la dinámica política. La candidata líder en las encuestas, Luisa González, ha suspendido su campaña en solidaridad, al igual que otros líderes políticos, incluido el expresidente Rafael Correa.
El asesinato de Villavicencio plantea interrogantes sobre el futuro político de Ecuador y ha llevado a reflexionar sobre la seguridad en el proceso electoral, en medio de una crisis de seguridad en el país. Su muerte también ha resaltado la polarización política y el debate en torno a la lucha contra la corrupción y la influencia del crimen organizado en la política ecuatoriana.