Madrid da libertad al PP para el candidato a Cort
martes 16 de septiembre de 2014, 19:37h
El pulso para la designación del candidato a Cort ha entrado en su fase terminal. Madrid se desentiende de defender a Mateu Isern al haber comprobado que no cuenta con el apoyo de la junta territorial de Palma. Isern tampoco tiene apoyos significativos en la cúpula del PP-Balear.
En consecuencia, la suerte está echada. No habrá presiones ni interferencias desde la capital, no se vetará el candidato que designe la junta territorial de Palma y no habrá intervención de ningún tipo ni a priori ni a posteriori. Nada. Como es regla establecida, la calle Génova da libertad en Palma a los órganos correspondientes del partido para que designen al candidato a primera vara que consideren más conveniente y elaboren la lista. En suma, José María Rodríguez Barberá, presidente del PP-Palma, y en perfecta concordancia con la cúpula del PP-Balear, tiene las manos libres.
Eso significa que las posibilidades de Isern de repetir son prácticamente nulas. El proceso de designación de candidatos se desarrollará en otoño en todo el Archipiélago. En Balears todo apunta a que Teresa Palmer será la candidata a alcaldesa de Palma con el delfín rodriguista Alvaro Gijón de número dos.
Isern ha despertado simpatías entre la ciudadanía, pero sus relaciones dentro del partido son muy frías. Y el PP en Palma pasa indefectiblemente por la poderosa maquinaria de Rodríguez, capaz de conseguir una cantidad enorme de votos en cada contienda electoral. Mantener a Isern supone deshinchar el aparato del PP.
Ante esta tesitura, Madrid no tenía otro remedio que aceptar la realidad, por mucho que el actual alcalde caiga simpático a algunos líderes de la calle Génova. En la política democrática la simpatía es importante, pero lo es mucho más el equilibrio interno. Es este factor fundamental lo que ha definido el desenlace final de este largo, intenso y duro pleito.
A patir de ahora comienza a abrirse un nuevo capítulo en la intensa historia del PP-Palma. Habrá nuevo candidato y, por lo que parece, mucha más disciplina interna.