Advierto que éste no va a ser un artículo a favor de la Reina Letizia; quien de manera muy inteligente ha conquistado los corazones de todas las mamás españolas, o más bien del mundo, preocupándose por sus niñas el día de la proclamación de su marido como rey. Para mi, todas las actitudes de ese día estaban perfectamente estudiadas, era el día de las señales, era el día de enviar mensajes al pueblo y ella lo aprovechó, que para eso es periodista y sabe de medios de comunicación.
Como decía, durante todo el día vimos a la ya reina, acariciar continuamente el cabello de sus hijas, darles indicaciones -como si no las educaran para ello- sobre como colocar las manos, cuando bajar la cabeza, donde situarse etc. Las numerosas madres que observaron la televisión ese día quedaron prendadas de tanta preocupación. Repito,puro marketing.
Pero hoy, os quería hablar de otra madre igual de real que Letizia. La ya reina madre Sofía. Quien después de la proclamación de su hijo, lo primero que hizo fue coger un avión y visitar a su hija Cristina.
En una reunión entre amigos alguien criticó su viaje, me dijo que para la recién renovada imagen de la Casa Real no era positivo. Sinceramente, no estoy de acuerdo. A Sofía, la ha movido su amor de madre. Independientemente de lo que ha hecho, algo que por supuesto no justifico, la situación emocional de Cristina no debe ser muy buena. A nadie nos gustaría ser rechazadas por nuestra familia, expulsadas del país y no incluida en los acontecimientos familiares o peor, ser escondida en palacio, lejos de cualquier contacto con el exterior. Sí, quizás exagero. La cuestión es, que la reina madre Sofía piensa también en el resto de sus retoños, sabe que a los hijos se les apoya en las buenas – proclamación- y en las malas – juzgados y divorcios- ella ha estado ahí para los dos que están viviendo cambios en sus vidas, acompañada de la tercera, que por ahora goza de tranquilidad, aunque me temo que Froilán dará mucho de qué hablar. Por tanto, no encuentro criticable de ningún modo que viaje para dar soporte psicológico a su hija a la que le esperan momentos muy malos; al menos todo parece indicarlo. Su imputación puede conducirla a una condena de la que no sabemos las consecuencias.
Lo dicho, Sofía, es madre antes que reina y como alguien dijo un día, “El trabajo de un hombre es de sol a sol, pero el trabajo de una madre no termina nunca”.
