www.mallorcadiario.com

Los yates de los clientes

viernes 07 de febrero de 2014, 09:08h

Escucha la noticia

Tras la crisis financiera que ha asolado Europa desde el año 2008, creo que hay un libro que todo el mundo debería leer por lo enormemente didáctico –y entretenido- que resulta, máxime ahora que tan de moda está la película “El lobo de Wall Street”. El libro se titula “Lobos Capitalistas” y, aunque puede parecer que el título se ha inspirado en el exitoso film de parecido nombre, fue escrito varios años antes por los españoles Alberto Lafuente y Ramón Pueyo. "Lobos capitalistas" hace un extraordinario repaso de los valores que han inspirado al capitalismo desde sus más tiernos orígenes, cuando allá por el año 1736 Max Weber afirmaba que las virtudes más apreciadas eran la laboriosidad, la mesura, la pulcritud y la puntualidad. Sí que hemos cambiado. A pesar de que se hace difícil destacar algún aspecto concreto de, a mi juicio, una auténtica obra maestra que debería enseñarse en todos los colegios, el libro hace un repaso de los mayores timos y estafas de la historia y analiza certeramente cómo, en muchas ocasiones, la presión popular impide al individuo analizar de forma sosegada y crítica determinadas oportunidades financieras por la presión popular. El ser humano es gregario y le cuesta llevar la contraria a la masa. Para que los estafadores a gran escala puedan prosperar, el libro analiza la “teoría de la retroalimentación” como medio de expansión de los engaños piramidales y los timos desde una perspectiva sociológica y poniendo de manifiesto que para un individuo resulta siempre complicado negarse a una determinada oportunidad de negocio –aunque luego resulte desastrosa- cuando a su alrededor la gente gana bastante dinero con ella (preferentes, AFINSA, Fórum...). Todo a pesar de que si lo analizase desde una perspectiva crítica entendería que cuando algo es demasiado bonito para ser real, es que no es real. ¿Sabían Uds. que un hombre llamado Víctor “El Conde” Lustig vendió en dos ocasiones la Torre Eiffel para hacer chatarra? ¿O que una compañía minera llamada Bre-X Minerals Ltd. llegó a tener un valor de 4.500 millones de dólares antes de que a alguien se le ocurriese comprobar que la supuesta mina de la que extraían ingentes cantidades de oro ni siquiera existía? A partir de ejemplos reales, el libro expone que, en el mundo de pirañas en el que vivimos, el escepticismo será tu mejor defensa contra ellas. Pensamiento crítico y escepticismo. Si te ofrecen un producto tipo de interés superior al normal, desconfía. Si quienes te lo ofrecen tienen yates, jets privados o andan con bailarinas rusas desconfía igualmente. Si algo parece demasiado bueno para ser real, es que no lo es. Una de las anécdotas que más me ha llamado la atención es precisamente la que pone título a este artículo. A principios del siglo pasado, en la ciudad de Nueva York, un guía enseñaba a los turistas unos enormes yates anclados en el puerto. “Ese es de un banquero” explicaba a los boquiabiertos turistas; “ese otro es de un agente de bolsa”, “aquel otro es también de un banquero”.  Cuando uno de los viajeros le preguntó al guía: "oiga, ¿y dónde están los yates de sus clientes?" el guía aseguró: "No hay". Su negocio no es que ganes dinero, sino que ellos ganen dinero con el que comprarse yates. Por eso, como dicen los autores del libro, cuando nos ofrezcan algo demasiado bonito para ser verdad, acordémonos. ¿Dónde están los yates de sus clientes?
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
1 comentarios