Vendedores ambulantes trabajando a destajo en Es Trenc. Es la primera consecuencia de la ausencia de chiringuitos.
Las imágenes a las que ha tenido acceso mallorcadiario.com muestran a una de las personas que se dedica a vender fruta y bebidas, transportándolas en carretilla y anunciándolo a voz en grito. Y es que los turistas demandan consumir en la playa, pero este verano, no tendrán puestos en los que comprar: el ayuntamiento desistió de sacar a concurso la instalación de los nuevos bares de playa, debido a las condiciones impuestas por la Conselleria y los recursos presentados el viernes por las empresas que aspiraban a la concesión.
Costas sólo permite los chiringuitos desmontables en las playas naturales con una superficie máxima de 20 metros cuadrados, a los que se pueden añadir 50 metros cuadrados de terraza, unas dimensiones sensiblemente inferiores a las de los bares de playa derruidos. Además, Xarxa Natura, dependiente de la Conselleria de Medi Ambient, comunicó que los nuevos equipamientos desmontables tendrán que situarse a una distancia mínima seis metros de la primera vegetación dunar.
Todo ello hacía inviable la colocación de los nuevos chiringuitos y empuja a esta oferta ilegal a hacer caja.