Los patinetes eléctricos no caben en los buses de la EMT

A partir del próximo lunes día 30 de octubre se prohibirá el acceso de patinetes eléctricos y monociclos a los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes de Palma (EMT). La medida se adopta, según explicó el regidor de Movilidad y Polígonos Industriales de Cort, Antonio Deudero, por motivos de seguridad, ya que se opta por evitar el transporte de Vehículos de Movilidad Personal (VMP) que funcionan con baterías recargables, y que la realidad cotidiana demuestra que con frecuencia ocasionan molestias al ocupar zonas expresamente reservadas a pasajeros en silla de ruedas y también a usuarios con cochecitos de bebés.

En efecto, con la gratuidad del transporte público se ha comprobado que muchos viajeros deciden subirse al autobús con sus patinetes eléctricos, ahorrándose el viaje en su VMP. Sin embargo, los depositan en el lugar habilitado para sillas de ruedas y carritos de bebés, lo cual ha generado conflictos y quejas que es preciso resolver y afrontar con determinación, sin dilatar la toma de decisiones que no agradarán a todo el mundo, algo muy difícil en cuestiones como esta.

Hasta ahora, el acceso a los vehículos de la EMT con VMP o bicicletas ha estado permitido, siempre que se plieguen al embarcar y siempre que la ocupación del autobús lo permita y que no supongan una molestia para el resto de usuarios, a criterio del personal de la empresa municipal. Además, según las normas recogidas en la web de la EMT, los pasajeros que lleven VMP o bicis debían permanecer junto a ellas, cuidando de que no caigan o molesten al resto de pasajeros.

A pesar de estas prevenciones, el aumento exponencial de usuarios del transporte urbano que viajan con sus patinetes eléctricos, a menudo bastante voluminosos incluso estando plegados, obliga a los responsables de la EMT a adoptar una decisión que prioriza el transporte de viajeros, sobre todo a los que tienen su movilidad reducida, antes que el traslado de objetos.

No se entendería que los patinetes eléctricos acaben impidiendo o dificultando el acceso a los autobuses a viajeros en silla de rueda o con cochecitos de bebés.